Boca, con Villa, llegó a Argentina y deberá aislarse tras enfrentamientos con Policía de Brasil

El plantel de Boca Juniors deberá cumplir aislamiento por siete días a su regreso este miércoles a Buenos Aires tras ser eliminado de la Copa Libertadores en Brasil, en línea con las disposiciones del gobierno para evitar la propagación de nuevas variantes del COVID-19, informó el ministerio de Salud.

"El Ministerio de Salud de la Nación informa que dispuso el aislamiento por siete días del plantel de Boca Juniors que llegará hoy al país desde Belo Horizonte tras disputar los octavos de final de la Copa Libertadores", indicó la cartera sanitaria.

Los equipos que juegan en el exterior están exceptuados de cumplir con el aislamiento obligatorio para quienes llegan al país, pero en este caso se estima que los 'xeneizes' rompieron la burbuja en medio de los incidentes ocurridos al término del partido conAtlético Mineiro, en el que estuvo involucrado Sebastián Villa, luego de la anulación de un gol que enfureció a Boca.

Boca debe jugar el próximo sábado ante Banfield y el martes con San Lorenzo por la liga argentina. Parece improbable que logre postergarlos ya que otros equipos también debieron jugar pese a tener varios contagios de coronavirus entre sus titulares.

El avión charter con la delegación xeneize aterrizó pasadas las 18H30 locales en el aeropuerto internacional de Ezeiza, donde serán todos sometidos a un análisis de PCR antes de dirigirse al hotel de la concentración, donde se prevé que realicen el aislamiento obligatorio.

El ministerio de Salud aclaró que el plantel "deberá someterse a las evaluaciones del equipo médico para su seguimiento", y que será el club el que deberá responder por el control médico y del cumplimiento del aislamiento "con el fin de garantizar una burbuja que supere cualquier posible desvío".

El Mineiro eliminó a Boca en serie de penales (3-1) tras dos empates en cero, en la ida en Buenos Aires y la vuelta el martes en el estadio Mineirao, que derivó en un escándalo con incidentes entre jugadores, dirigentes y cuerpo técnico de Boca con guardias privados de seguridad, mientras la policía pugnaba por controlar los desmanes lanzando gases lacrimógenos en la zona de los vestuarios.

Boca viene de pasar la noche en dos ómnibus frente a una comisaría en Belo Horizonte, donde debieron declarar varios integrantes del plantel y pagar una fianza de 1.700 dólares, luego de protagonizar los serios incidentes en el estadio.