En un inusual incidente durante una carrera de relevos 4x200 de la Virginia High School League, una atleta adolescente protagonizó un acto de violencia que ha conmocionado a la comunidad deportiva.
La competencia, que debía ser una muestra de habilidad y camaradería, se vio empañada cuando la atleta agredió a su rival, Kaelen Tucker, golpeándola en la cabeza con el testigo después de ser adelantada en la pista.
El impacto del testigo causó a Tucker una conmoción cerebral y la posibilidad de una fractura de cráneo, lo cual resultó en la descalificación inmediata de la agresora y generó un intenso debate sobre la seguridad y el fair play en el deporte escolar.
En declaraciones a 'ABC13', Tucker expresó su incredulidad y shock por lo sucedido: "Todavía no puedo creerlo, estoy en shock. Todavía lo estoy procesando, todavía no creo lo que pasó".
La madre de la víctima, Tamarrow, criticó públicamente la falta de disculpas por parte de los responsables, lamentando la falta de reconocimiento del incidente. A pesar de la ausencia de disculpas directas de la atleta agresora, los padres de esta sí han expresado remordimiento hacia la familia de Tucker.