El serbio Novak Djokovic (1) superó, a pesar de sus molestias en el abdomen, al canadiense Milos Raonic (14) por 7-6(4), 4-6, 6-1 y 6-4 en los octavos de final del Abierto de Australia para conseguir la victoria número 300 en competición del Grand Slam.
“No ha habido preparación para este partido, he invertido todas las horas en recuperarme. Mi físico está haciendo un trabajo increíble”, comentó el serbio a la conclusión de un partido que duró casi tres horas.
Su próximo rival será el alemán Alexander Zverev (6), con quien mantiene un cara a cara favorable de 5-2, después de que se impusiera por su parte en tres sets al también serbio Dusan Lajovic (23).
Djokovic también certificó su pase a los cuartos en Melbourne Park por decimosegunda vez para igualar a un Rafael Nadal que podría volver a ponerse por delante en esta particular clasificación este lunes en su duelo ante el italiano Fabio Fognini.
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A pesar de su mejoría en comparación con el tercer y cuarto set que disputó ante el estadounidense Taylor Fritz en tercera ronda, sus molestias en la espalda le privaron de poner en escena su mejor tenis y le obligaron a reducir marchas en algunos momentos del partido, como en el segundo set que acabó del lado de Raonic.
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El número uno del mundo no fue el único que tuvo problemas físicos durante el último partido de la jornada, ya que Milos Raonic tuvo que ser atendido por unas molestias en el tobillo.
El serbio, a pesar de sus molestias a la hora de restar, fue eficiente con el segundo saque de un Raonic que convirtió 26 saques directos y sirvió a una media de 200 kilómetros por hora con primeros.
El partido, que acabó pasada la media noche, se disputó a una temperatura media de unos dieciséis grados, algo inusual en los calurosos veranos australianos.