La reciente denuncia publicada por un medio alternativo sobre la extracción de agua por parte de una planta embotelladora de Coca-Cola en La Calera ha encendido el debate sobre el manejo de los recursos hídricos en la región. La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, se pronunció sobre el tema en una entrevista en Mañanas Blu.
La extracción de agua en La Calera, ¿Una amenaza para la comunidad?
La planta de Coca-Cola Femsa en La Calera, conocida por su marca Manantial, ha sido señalada como una de las principales responsables de la escasez de agua que afecta a más de 28.000 habitantes del municipio. Según un informe de La Vorágine, la empresa tiene permiso para extraer hasta 3,23 litros de agua por segundo, lo que se traduce en más de 101 millones de litros al año. Esta cantidad sería suficiente para llenar 40 piscinas olímpicas, una comparación que destaca la magnitud del uso de recursos hídricos por parte de la industria en contraste con la limitada disponibilidad para la población local.
La ministra Muhamad, al ser consultada sobre esta problemática, subrayó que la situación en La Calera podría estar reflejando un "desequilibrio ambiental". Explicó que, mientras Bogotá y sus alrededores reciben agua del sistema del acueducto capitalino, muchos municipios como La Calera dependen de sus propias fuentes hídricas.
"Entiendo que el reportaje habla de acueductos comunales veredales en La Calera que hoy están sin acceso al agua porque sus fuentes locales se han deteriorado gravemente", afirmó.
Publicidad
La ministra reconoció la gravedad de la situación y adelantó que el Gobierno está tomando medidas para abordar el problema.
"Vamos a tener una reunión muy pronto con laCorporación Autónoma Regional de Cundinamarca y vamos a socializar y trabajar con ellos los lineamientos ambientales de la sabana de Bogotá", anunció Muhamad. Este encuentro tiene como objetivo principal discutir el manejo del agua en la región y corregir lo que ella denomina "injusticias ambientales".
Publicidad
La funcionaria también sugirió que elAcuerdo de Escazú podría ser una herramienta clave para que los habitantes de La Calera participen activamente en la supervisión y la toma de decisiones sobre la distribución del agua. Este acuerdo internacional, firmado por varios países de América Latina y el Caribe, promueve el acceso a la información, la participación pública y la justicia en asuntos ambientales.
"Este, por ejemplo, sería un tema en donde los habitantes de La Calera, bajo el marco del acuerdo de Escazú, podrían empezar a trabajar y mirar cómo es la distribución del agua en el territorio", señaló.
El informe de La Vorágine, titulado "La Calera: agua para Coca-Cola y Bogotá, pero no para su gente", denuncia una disparidad en la distribución de agua, donde la industria parece tener prioridad sobre las necesidades básicas de la población. Esta situación ha generado una creciente indignación entre los residentes, quienes ven cómo su acceso al agua se ve comprometido mientras una gran empresa continúa con sus operaciones.