Un estudio reciente realizado por Kantar ha arrojado interesantes datos sobre los hábitos de compra y preferencias de los colombianos en cuanto a colchones. Entre los hallazgos más destacados se encuentran las razones detrás de cambiar de colchón, las tendencias de compra por edad y género, así como las preferencias de firmeza y tamaño.
Cambio de Colchón:
Según el estudio, el 19% de los colombianos optan por cambiar su colchón debido a su mal estado, mientras que un 15% lo hace por afectaciones de salud, siendo el dolor de espalda la causa principal. Esta preocupación por la salud está cobrando relevancia en la toma de decisiones de compra.
Tendencias por Edad y Género:
Resulta llamativo que los colombianos de entre 30 y 42 años, conocidos como millennials, son los mayores consumidores de colchones en el país. Además, las mujeres lideran la decisión de cambio de colchón con un 52%, en comparación con el 46% de los hombres. Es interesante observar que tanto hombres como mujeres prefieren estrenar colchones en periodos específicos del año, como julio-agosto y noviembre-diciembre.
Preocupación por la Salud y Educación del Consumidor:
Heras, experto en el tema, destaca la importancia de informar a los colombianos sobre la relación entre un buen descanso y la prevención de enfermedades. Esta conciencia está impulsando la inversión en colchones de calidad como una forma de cuidar la salud.
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Preferencias de Tamaño y Firmeza:
A nivel nacional, el tamaño de colchón más vendido es el doble, mientras que en Bogotá y Medellín se observa una tendencia al consumo de tamaños especiales. En cuanto a la firmeza, el estudio revela que el 64% prefiere una firmeza intermedia, seguida por un 21% que prefiere firme y un 15% suave.
Valoración de Comodidad y Garantía:
Los colombianos evalúan una serie de variables al comprar colchones, pero la comodidad, calidad y durabilidad son los criterios más importantes. La marca Colchones Romance Relax ha sido destacada por ofrecer estas características en todos sus productos.
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“Para comenzar tres datos llamativos. Primero, los colombianos entre 30 y 42 años, conocidos como los millenials son quienes más consumen la categoría de colchones en Colombia. Segundo, el tamaño más vendido a nivel nacional es doble, es decir, de 1.40 por 1.90. Tercero, en cuanto a la firmeza, los números dicen que ni muy suave, ni muy duro, el ganador es el semifirme”, manifiesta Heras.
El peligroso regalo del colchón usado
El sondeo también abordó aspectos culturales. Por ejemplo, con qué limpian los colombianos sus colchones y encontró que el listado es interminable y va desde vinagre, talcos de bebé, bicarbonato de sodio, golpearlo con la escoba, y la tradicional costumbre de sacarlo al sol.
- Higiene comprometida: El 41% de los colombianos regala su colchón usado a familiares, amigos o colaboradores, y el 15% lo hereda dentro del mismo hogar. Este hábito antihigiénico puede exponer a parásitos como ácaros, provocando reacciones alérgicas, asma bronquial, rinitis y sinusitis alérgica, conjuntivitis y dermatitis atópica.
- Riesgo de enfermedades: Un colchón usado puede albergar hasta 2 millones de ácaros por centímetro cuadrado, así como chinches, piojos, hormigas, arañas y bacterias E.coli. Esto puede desencadenar problemas respiratorios, dermatológicos y musculares, afectando la salud y el bienestar de quienes lo utilizan.
- Escaso cuidado y mantenimiento: Aunque los colombianos emplean métodos como el uso de vinagre, talcos de bebé o bicarbonato de sodio para limpiar los colchones, estos no garantizan la eliminación de ácaros y otros agentes patógenos. Además, el desconocimiento sobre el correcto cuidado del colchón puede contribuir a su deterioro y contaminación.
- Alternativas más seguras: Solo el 21% de los colombianos opta por programas especializados de disposición ambiental y segura para deshacerse de colchones usados. Estas alternativas garantizan una eliminación adecuada de los colchones, reduciendo el riesgo de propagación de enfermedades y manteniendo un entorno saludable.
- Consecuencias para la salud pública: Estudios han demostrado que enfermedades como la rinitis alérgica, el asma y la dermatitis atópica afectan a un porcentaje significativo de la población colombiana. El uso de colchones usados puede contribuir a la propagación de estas enfermedades, representan un riesgo para la salud pública.
Ante estos datos preocupantes, es fundamental crear conciencia sobre los riesgos asociados con la práctica de regalar colchones usados y promover alternativas más seguras para el cuidado y la disposición adecuada de estos productos. La salud y el bienestar de la comunidad dependen de decisiones responsables y acciones que eviten la exposición a agentes patógenos y enfermedades relacionadas con el descanso.