Los huracanes, fenómenos meteorológicos de gran impacto, suelen ser identificados por nombres que alternan entre masculinos y femeninos. Aunque anteriormente los nombres eran exclusivamente de mujeres, desde la década de 1970 se implementó un sistema de rotación que incluye nombres de ambos géneros. Esta práctica tiene varios propósitos clave que explican por qué reciben nombres de mujeres con frecuencia:
1. Facilita la identificación y comunicación
Asignar nombres a los huracanes
facilita su identificación y comunicación rápida en los medios y entre las autoridades meteorológicas. Estos ayudan a evitar confusiones al referirse a eventos específicos y permiten una mejor organización en la respuesta y preparación ante desastres naturales.
2. Sistema establecido por organizaciones meteorológicas
El sistema de nombres está gestionado por organizaciones meteorológicas internacionales, como la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Cada temporada, se seleccionan nombres de listas predeterminadas que se rotan cada pocos años. Esto asegura que los nombres sean equitativos y que ningún nombre sea repetido en un corto período de tiempo.
3. Tradición y cultura
Históricamente, solían recibir nombres de mujeres debido a una tradición marítima que asignaba nombres femeninos a tormentas por su naturaleza impredecible y poderosa. Sin embargo, esta práctica evolucionó para incluir nombres masculinos, reflejando un cambio hacia la igualdad de género en la denominación de fenómenos naturales.
4. Reconocimiento internacional
El uso de nombres alternativos entre géneros también tiene un componente de reconocimiento internacional. En muchas culturas, asignar nombres es una forma de personalizar y humanizar fenómenos naturales, lo que puede ayudar a aumentar la conciencia pública sobre la gravedad y el impacto potencial de estos.