La Virgen del Carmen es una figura central en la tradición católica, venerada por millones de fieles alrededor del mundo. Su devoción se manifiesta a través de diversas formas de oración y festividades, especialmente el 16 de julio, día dedicado en su honor.
¿Por qué se le ora?
Es vista como una poderosa intercesora y protectora. Los católicos acuden a ella en busca de consuelo, guía y protección en momentos de necesidad. Existen varias razones por las cuales se le ora:
- Intercesión divina: los fieles creen que la Virgen María, como madre de Jesús, tiene un lugar privilegiado en el cielo y puede interceder ante Dios por las necesidades y peticiones de quienes recurren a ella con fe. Esta intercesión es vista como un canal de gracia y misericordia divina.
- Protección: su intervención milagrosa ha sido documentada en numerosos relatos, especialmente entre marineros, pescadores y conductores quienes la consideran su patrona.
¿Por qué el 16 de julio es su día?
El 16 de julio es una fecha significativa para su devoción debido a un evento histórico clave en la tradición carmelita. Según la tradición, el 16 de julio de 1251, la Virgen María se apareció a San Simón Stock, un fraile carmelita, en Aylesford, Inglaterra. Durante esta aparición, la Virgen le entregó el escapulario del Carmen, junto con la promesa de protección y salvación para quienes lo lleven con devoción.
Este evento marcó un punto crucial en la historia de la orden carmelita y de la devoción mariana. Desde entonces, este día ha sido celebrado como el día de la Virgen del Carmen, con festividades que incluyen procesiones, misas y actos de devoción en todo el mundo. En Colombia, los conductores suelen hacer caravanas para conmemorarla.
Oraciones
Súplica para tiempos difíciles
"Tengo mil dificultades: ayúdame.
De los enemigos del alma: sálvame.
En mis desaciertos: ilumíname.
En mis dudas y penas: confórtame.
En mis enfermedades: fortaléceme.
Cuando me desprecien: anímame.
En las tentaciones: defiéndeme.
En horas difíciles: consuélame.
Con tu corazón maternal: ámame.
Con tu inmenso poder: protégeme.
Y en tus brazos al expirar: recíbeme.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros.
Amén."
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Acción de gracias y ofrecimiento
¡Oh Virgen Santa del Carmen! Jamás podremos corresponder dignamente a los favores y gracias que nos has hecho al darnos tu santo Escapulario. Acepta nuestro sencillo, pero hondamente sentido, agradecimiento y, ya que nada te podemos dar que sea digno de Ti y de tus mercedes, ofrecemos nuestro corazón, con todo su amor, y toda nuestra vida, que queremos emplear en el amor y servicio de tu Hijo Señor nuestro, y en propagar tu dulce devoción, procurando que todos nuestros hermanos en la fe, con los cuales la divina Providencia nos hace convivir y relacionar, estimen y agradezcan tu gran don, vistiendo el santo Escapulario, y que todos podamos vivir y morir en tu amor y devoción. Amen.
Gozos a la Virgen del Carmen
Prodigioso y admirable
Imán de nuestro desvelo;
Nubecilla del Carmelo,
Sednos protectora y Madre.Salve, Reina de los, cielos,
De misericordia Madre,
Vida y dulzura divina;
Esperanza nuestra, Salve;
Nubecilla etc.Dios te Salve, Templo hermoso
Del divino Verbo en carne,
Sálvete Dios, Madre Virgen,
Pues eres Virgen y Madre;
Nubecilla etc.Volvednos, Madre piadosa,
Vuestros ojos admirables,
Y mirad por vuestros hijos,
Pues que sois piadosa Madre;
Nubecilla etc.Socorrednos, pues escucha
Que en las penas y combates
A ti suspiramos todos
En este lloroso valle;
Nubecilla etc.Mostradnos a vuestro Hijo
De Josafat en el Valle,
Piadoso, pues que nació
De ese cristal admirable;
Nubecilla etc.Rogad por vuestros devotos
A la bondad inefable;
Pues murió para salvarnos,
Por su clemencia nos salve;
Nubecilla del Carmelo,
Sednos protectora y Madre.
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V. Ruega por nos, santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.
Oración
Oh Dios, que adornaste a la Orden de la Beatísima siempre Virgen y Madre tuya María con el singular título del Carmelo: concede propicio que escudados con los auxilios de aquella cuya conmemoración celebramos, seamos dignos de llegar a los gozos eternos. Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Así sea.