No todos los objetos tienen una vida útil por lo que su desgaste se da mucho más rápido de lo esperado. Este el caso de un colchón viejo, pues con el paso del tiempo su material se convierte en un problema no solo para el ambiente, sino incluso para la salud pública.
Muchas personas optan por botar sus colchones viejos; sin embargo, según cifras de tres compañías dedicadas a su fabricación, dicen que al estar compuestos de materiales de difícil biodegradación pueden tardar hasta 100 años en este proceso, generando contaminación y uso masivo del volumen en los rellenos sanitarios.
¿Dónde botar un colchón viejo?
Americana de Colchones, Colchones Serta y Colchones Dormiluna, tres marcas dedicadas a la fabricación de estos objetos, se unieron para darle una nueva vida a todo colchón viejo que haya en Colombia.
Por eso si usted desea botar el suyo, ellos dan una alternativa ecológica para hacerlo, el cual será el proceso de recolección, procesamiento y disposición final de los colchones que ya no serán usados, para que sus materiales sean aprovechados de manera eficiente y así generar un impacto positivo en el medio ambiente.
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"Al comprar un nuevo colchón se le ofrecerá al cliente de manera gratuita la recolección del producto que se desechará, si el cliente acepta, se coordinará el proceso de recolección de forma separada con una empresa certificada para el manejo de residuos, lo cual asegura transparencia y un adecuado empleo de los materiales”, explicó el gerente general de Americana de Colchones, Armando Caycedo.
¿De qué está hecho un colchón y por qué puede ser dañino?
Los colchones, elementos esenciales para un descanso óptimo, suelen estar compuestos por varias capas de materiales diseñados para brindar comodidad y soporte. Por lo general, constan de una base interior de resortes o espuma que proporciona la estructura principal y el nivel de firmeza. Encima de esta base, se encuentra una capa de acolchado, que puede estar hecha de espuma viscoelástica, látex o fibras sintéticas, para ofrecer una sensación de suavidad y alivio de la presión.
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Sin embargo, es importante señalar que algunos colchones utilizan materiales de baja calidad o contienen sustancias químicas potencialmente perjudiciales, como retardantes de llama y compuestos volátiles orgánicos (VOCs), que pueden emitir gases tóxicos y afectar la calidad del aire en el entorno de descanso. Estos materiales pueden poner en riesgo la salud a largo plazo, causando problemas respiratorios, alergias y otros efectos adversos, lo que subraya la importancia de elegir colchones con materiales seguros y certificaciones de salud confiables para un sueño saludable y reparador.