Los cuatro alimentos que jamás debería lavar antes de cocinarlos: conlleva riesgos para la salud

Cuando se trata de preparar alimentos existe una creencia común de que lavar todo antes de cocinarlo es una práctica necesaria para garantizar la seguridad y la higiene, pero esto no es del todo cierto y, en ocasiones, puede jugar en contra de la salud.

En ese sentido, hay ciertos alimentos que nunca deben lavarse antes de cocinarlos. En realidad, lavarlos puede ser contraproducente, aumentar el riesgo de contaminación y producir infecciones graves.

Estos son los cuatro alimentos que no deben lavarse antes de la cocción y las razones detrás de esta recomendación, según lo recogido por el medio El Confidencial.

• Carne y pollo:

La carne cruda y las aves no deben lavarse antes de cocinarlas. El lavado de estos productos puede generar salpicaduras de agua que propagan bacterias como la salmonela y la E. coli a otras superficies de la cocina. Estas bacterias se eliminan mediante una cocción adecuada, por lo que es más importante asegurarse de que la carne alcance la temperatura interna recomendada.

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• Huevos:

Los huevos tampoco deben lavarse antes de cocinarlos. La cáscara del huevo actúa como una barrera protectora natural que evita la entrada de bacterias. Lavar los huevos puede eliminar esta capa protectora y permitir que las bacterias penetren en el interior del huevo, aumentando así el riesgo de contaminación.

• Setas:

No se recomienda lavar las setas, también conocidas como champiñones, antes de cocinarlas debido a su capacidad para absorber agua, la pérdida de nutrientes, la dificultad para secarlas adecuadamente y la posibilidad de afectar su sabor y textura.

Asimismo, lo importante es jamar comerlas crudas, por lo que cocinar las setas a una temperatura adecuada para garantizar la eliminación de posibles bacterias o parásitos es lo mejor para este alimento.

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• Productos prelavados y empacados:

Muchos supermercados ofrecen productos prelavados y empacados, como ensaladas, espinacas o zanahorias ralladas. Estos productos se someten a procesos de lavado industrial y suelen ser seguros para consumir directamente. Volver a lavarlos en casa no solo es innecesario, sino que también puede introducir bacterias indeseables durante el proceso.

Aunque la higiene alimentaria es esencial, es importante comprender que no todos los alimentos deben lavarse antes de cocinarlos. La carne, el pollo, los huevos y las setas se benefician más de una cocción adecuada para garantizar la seguridad alimentaria.

Por lo que, lavar estos alimentos antes de cocinarlos puede aumentar el riesgo de contaminación cruzada y propagación de bacterias.