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¿Las groserías dicen lo que las palabras no pueden?

Cultural y religiosamente, muchas personas piensan que es malo decir groserías, se dice que Dios los va a condenar, pero hay estudios que explican que las groserías pueden servir como una forma de hacer catarsis.

Groserías
Groserías
Foto: Bing IA

Este domingo, 28 de abril de 2024, en En Blu Jeans, Román Hernández, psicoterapeuta clínico, tanatólogo y conferencista internacional, habló de cómo se puede ser malhablado, decir groserías y sin pasar necesariamente por grosero.

Cultural y religiosamente muchas personas tienen como algo malo decir groserías. Se dice que Dios los va a condenar, pero hay muchos estudios psicológicos que explican que las groserías pueden servir incluso como una forma de hacer catarsis a muchas emociones, teniendo en cuenta que en ocasiones las palabras cotidianas no liberan de la misma manera ni entonan el enfoque de los distintos momentos.

Hay palabras que desde la conciencia, la tranquilidad y quizá la coherencia logran buscar la sensatez y coherencia, cuando nos encontramos en una situación de estrés y es necesario liberar emociones y todas esas malas palabras salen a flote.

"Tenemos diferentes estilos para manifestar groserías, ya que algunas se ajustan mejor a ciertas situaciones, mientras que otras se utilizan más para liberar emociones. Las groserías tienen diferentes formas de liberar emociones: pueden expresar enojo, tristeza, alegría, miedo e incluso amor. Sin embargo, también hay groserías que son simplemente insultos, que denigran, humillan o sentencian negativamente a otras personas", afirmó.

Se habla de las groserías como una forma de expresión. Para expresar sentimientos, una forma de comunicarse, de sacar el dolor, o quizá la rabia y es ahí en todas esas situaciones cuando las groserías se convierten en una muletilla, y al ser unos seres muy sociables, la comunicación deja de ser asertiva, además da paso a una forma de hablar un poco más pobre y menos razonable.

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"Hay palabras que se utilizan en otros países o regiones que pueden ser consideradas como insultos, y a veces las adoptamos sin saberlo. Por ejemplo, en España puede ser común el uso del término 'coño', que allí puede ser muy ofensivo, pero aquí en México es más aceptado. Algunas personas recurren a estas palabras de otros lugares para expresar emociones y no sentirse señaladas como groseras por la sociedad", dijo.

Es un tema que no se puede ver ni como virtud ni como defecto, es un recurso eventual que en ocasiones permite comunicarnos de mejor manera o se puede convertir en un obstáculo para la comunicación. Se torna como un recurso eventual que se puede utilizar en momentos de liberación.

Escuche la entrevista completa en el siguiente enlace:

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