Después de un día de mar y piscina, el cabello puede quedar seco, quebradizo y sin vida debido a la exposición al sol, el agua salada y el cloro. Sin embargo, existen algunas claves para recuperar la salud y el brillo del cabello después de estas agresiones. Una de ellas es el uso del método "pre-poo", una técnica preventiva que consiste en aplicar un tratamiento hidratante o nutritivo antes de la exposición al sol, el mar o la piscina.
"Es un paso preventivo que ayuda a mantener la fibra capilar nutrida y resistente, incluso en condiciones extremas", añadió Carolina Giraldo, CEO de Sense.
La exposición prolongada al sol y a los rayos UV debilita la estructura capilar, causando sequedad, pérdida de brillo y puntas abiertas. Por su parte, la sal del mar elimina los aceites naturales del cabello, dejándolo rígido y vulnerable, mientras que el cloro de las piscinas puede alterar su color y aumentar la fragilidad. Para evitar estos daños, es importante aplicar un tratamiento hidratante o nutritivo antes de la exposición al sol, el mar o la piscina.
Al regresar de la playa o la piscina, es importante enjuagar el cabello con agua dulce para eliminar residuos de sal, arena o cloro. Posteriormente, se recomienda lavar el pelo con un champú suave y aplicar una mascarilla hidratante o acondicionador. Además, es fundamental evitar el uso de herramientas de calor, como los secadores o las planchas, y optar por dejar secar el cabello al aire para prevenir daños adicionales.
Otra recomendación clave es el uso de productos capilares con filtro UV, esenciales para proteger el cabello durante la exposición al sol. Los expertos recomiendan utilizar productos que contengan fórmulas hidratantes y nutrientes esenciales que restauran la humedad, fortalecen desde la raíz hasta las puntas y reparan los daños visibles.
Finalmente, es importante adoptar hábitos como recoger el cabello en trenzas o moños para reducir la exposición, y evitar peinados muy apretados después de la playa. Esto puede ayudar a mantener la salud del cabello y prevenir daños a largo plazo. Es especialmente importante tener cuidado con los cabellos que ya presentan ciertas características de fragilidad, como los rizados o texturizados, el cabello teñido o tratado químicamente, y el cabello fino.
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