Con una historia que se remonta a aproximadamente 8000 a 9000 años, el arroz ha desempeñado un papel fundamental en la alimentación humana, siendo cultivado por primera vez en la región del valle del río Yangtsé en China.
Hoy en día, este grano se cultiva en todo el mundo, sirviendo como sustento para más de la mitad de la población global, especialmente en naciones densamente pobladas como China, India y Japón.
El arroz pulido o arroz blanco, caracterizado por su predominante contenido de almidón, se produce mediante procesos mecanizados como el descascarillado y el molido, convirtiéndose en la variedad de arroz más consumida a nivel mundial.
¿Qué personas no deberían comer arroz?
Sin embargo, su impacto en la salud, especialmente en relación con el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, ha sido objeto de estudio por parte de investigadores de la prestigiosa Universidad de Harvard.
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Un estudio realizado por la Universidad de Harvard arrojó luz sobre los riesgos asociados con el consumo de arroz blanco, especialmente para aquellos que tienen predisposición a desarrollar diabetes tipo 2.
La investigación, que involucró a 352.384 participantes de China, Japón, Estados Unidos y Australia, reveló que aquellos que consumían cinco porciones por semana tenían un 27 % más de posibilidades de desarrollar diabetes tipo 2 en comparación con aquellos que lo consumían solo una vez por semana.
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Los expertos de Harvard señalan que una porción de arroz blanco tiene un impacto en el cuerpo similar al consumo de azúcar de mesa pura, generando un rápido y alto pico de azúcar en la sangre.
Con qué reemplazar el arroz blanco
Esto ha llevado a la recomendación de evitar el consumo de arroz blanco, especialmente para aquellos que ya padecen diabetes y para aquellos con predisposición a desarrollar la enfermedad.
El catedrático de la Universidad de Navarra, Miguel Ángel Martínez-González, complmenetó en el diario El Español esta información al explicar que el cuerpo transforma rápidamente el almidón del arroz blanco en glucosa, lo que puede resultar en peligrosos picos de azúcar en la sangre.
A pesar de ser el tipo de arroz más consumido a nivel mundial, los investigadores de Harvard sugieren optar por el arroz integral en lugar del arroz blanco. El arroz integral, con su alto contenido de fibras, vitaminas y minerales, no afecta tanto los niveles de glucosa en sangre y se integra fácilmente en la dieta mediterránea.
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