El collar es uno de los accesorios más comunes y prácticos para perros, utilizado no solo para su identificación, sino también para el control, la seguridad y las actividades al aire libre, como los paseos. Este accesorio cumple múltiples funciones, desde llevar una placa con el nombre y los datos del propietario en caso de que el perro se pierda, hasta ser una herramienta crucial para aquellos que entrenan o manejan a sus mascotas durante las caminatas. Además, existen collares especializados, como los antipulgas o anticíclopes, que ayudan a proteger a los perros de parásitos.
Dejar a su perro con el collar todo el tiempo puede afectar su salud
A pesar de sus beneficios, muchas personas se preguntan si es realmente saludable dejar el collar de su perro puesto durante todo el día, considerando las posibles consecuencias que esto podría tener sobre su bienestar físico y emocional. La preocupación sobre si el collar podría afectar la piel del perro, su comodidad o incluso su comportamiento genera un debate constante entre propietarios y expertos.
El uso prolongado del collar puede provocar rozaduras, irritación o heridas en el cuello del perro, especialmente si el collar está demasiado ajustado o si el perro tiene la piel sensible. Las áreas de contacto constante pueden volverse rojas, inflamadas o incluso infectadas si no se mantienen limpias.
“La presión constante sobre la tráquea y el cuello del perro puede dificultar su respiración, lo que podría traer problemas de salud. Además, el collar puede generar alteraciones en el comportamiento de la mascota”, comentó Cristina Bustamante, médica veterinaria.
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¿Cuándo quitarle el collar a su perro?
- En casa: lo ideal es quitarle el collar al perro cuando esté en casa y bajo supervisión.
- Durante el sueño: los perros descansan mejor sin el collar.
- Si nota alguna irritación: si ves que el collar le está causando molestias, quítaselo inmediatamente
Recomendaciones para el uso adecuado del collar
- Ajuste adecuado: el collar debe ser lo suficientemente ajustado para que no se deslice por la cabeza del perro, pero no tanto como para apretar su cuello. Un buen consejo es dejar un espacio de dos dedos entre el collar y el cuello del perro.
- Revisión diaria: es importante revisar el collar todos los días para asegurarse de que no esté dañado o demasiado apretado. Si el perro está utilizando un collar antipulgas o anticíclopes, asegúrese de que siga siendo efectivo y reemplácelo según las indicaciones del fabricante.
- Alternar collares: si el perro usa collar todo el día, considere la opción de alternar entre un collar ligero y uno más pesado para evitar que la piel se irrite. Además, permita que el perro esté sin collar durante ciertas horas del día para descansar la zona del cuello.
- Observación constante: preste atención a cualquier signo de irritación, como enrojecimiento o pérdida de pelo en la zona del cuello. Si nota algún síntoma, retire el collar por un tiempo y consulte a su veterinario.
- Collares de liberación rápida: en situaciones donde el perro esté en contacto con objetos que podrían engancharse, como en el parque o en el jardín, es recomendable optar por un collar con sistema de liberación rápida para evitar accidentes.
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