Dormir con las mascotas puede ser un acto adorable y reconfortante, pero existen razones importantes por las que muchos expertos en salud y veterinarios recomiendan evitar esta práctica

Primero, está la cuestión de las alergias. Las mascotas, especialmente los perros y gatos, liberan caspa, pelo y partículas de piel que pueden desencadenar reacciones alérgicas en las personas sensibles

La cercanía constante durante la noche aumenta la exposición a estas partículas, lo que puede llevar a síntomas como estornudos, picazón en los ojos y congestión nasal

Además, las mascotas, incluso aquellas que son cuidadas con la mayor higiene, pueden transportar suciedad y gérmenes en su pelaje y patas

Llevar estas impurezas a la cama puede aumentar el riesgo de infecciones o enfermedades, especialmente si la mascota pasa tiempo en áreas al aire libre o en lugares donde puedan interactuar con otros animales

La calidad del sueño también es un factor a considerar. Las mascotas pueden ser activas durante la noche, moviéndose, cambiando de posición o incluso roncando

Estos movimientos pueden perturbar su sueño y hacer que se despierte con frecuencia, lo que afecta su descanso y energía al día siguiente

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