En los últimos años, la presencia de mascotas en los hogares colombianos ha crecido notablemente. En 2021, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) informó que 4 de cada 10 hogares en Bogotá tenían al menos una mascota. A nivel nacional, el 49 % de los hogares contaban con una mascota en 2021. Esta cifra aumentó al 56 % en 2022 y alcanzó el 57 % en 2023, según un informe de la firma encuestadora cifras y conceptos.
Dentro del grupo de mascotas, los perros son los más comunes, representando el 71 % del total de mascotas registradas. Este aumento en la tenencia de mascotas ha venido acompañado de un incremento en el gasto de las familias para el bienestar de sus compañeros animales.
En 2022, el consumo de productos y servicios para mascotas en Colombia alcanzó los $1,2 billones de pesos, según Euromonitor Internacional. Este gasto incluye alimentos premium, accesorios de lujo, servicios veterinarios y diversas experiencias para compartir con las mascotas.
Una de las actividades que ha ganado popularidad en Colombia es el yoga con perros, también conocido como ‘Doga’. Esta práctica, originada en Estados Unidos en 2001, se ha introducido en los hogares colombianos en los últimos ocho años.
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Origen de la práctica del doga para perros
El doga surgió con el objetivo de mejorar el bienestar físico y mental de las mascotas. No solo fortalece el vínculo entre el humano y su perro, sino que también ayuda a los caninos a relajarse, ser más obedientes y reducir la ansiedad y comportamientos violentos.
Beneficios del doga
El doga ofrece beneficios a perros de todas las edades. Para los cachorros, ayuda a acostumbrarse a una manipulación suave que respeta su espacio. Para los perros adultos,
proporciona calma, especialmente a aquellos con mala conducta. Para los perros mayores, ayuda a mantener la movilidad de sus músculos y articulaciones, evitando la pérdida de movilidad por la edad.
Recomendaciones para realizar el doga
El tamaño y la edad del perro no son limitaciones para practicar doga. Se recomienda realizar las sesiones después de un paseo o ejercicio, o antes de dormir, con una duración máxima de 15 a 20 minutos, siempre dependiendo de la disposición del animal. El lugar debe ser tranquilo, cómodo y seguro para ambos; puede ser una casa, un parque o una zona verde libre de ruido.
Rodrigo López, experto en doga, enfatiza que "lo más importante es evaluar la disposición de la mascota e incorporarla gradualmente en la práctica. Las sesiones deben ser disfrutadas por ambas partes. Al principio, puede que los perros respondan a comandos básicos y tengan dificultades para mantenerse tranquilos, pero con el tiempo se acostumbran a los nuevos entornos y los beneficios son múltiples".
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Aunque el yoga con perros es relativamente nuevo en Colombia y menos común que otras actividades con mascotas, su popularidad está creciendo debido a sus beneficios para el bienestar del animal y la relajación del humano. Actualmente, entidades como Compensar ofrecen espacios para esta práctica, como el ‘Dog Day’.
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