Nuestros empleos a menudo trascienden más allá de un simple cheque de pago, ofreciendo un profundo sentido de propósito, crecimiento y comunidad. Al respecto, un artíclo de la revista Harvard Business Review subraya que, con el tiempo, nuestras funciones laborales pueden llegar a estar estrechamente ligadas a nuestra identidad. Esto es especialmente relevante para aquellos a quienes se describe como "sensibles que se esfuerzan". Para este grupo, cada interacción, decisión o comentario en el entorno laboral puede adquirir un impacto desproporcionado en sus emociones y autoestima, llevándolos a preguntarse por qué se toman todo tan personalmente.
El caso de Brenda: cuando el trabajo se convierte en un reflejo personal
Harvard Business Review presenta el caso de Brenda, una directiva que, a pesar de superar constantemente las expectativas, se cuestionaba por qué se tomaba todo en el trabajo de manera tan personal. Brenda había ocupado el cargo de jefa de gabinete en una destacada escuela de negocios durante cinco años. Su alto sentido de responsabilidad la llevaba a mediar en conflictos y a abordar problemas con determinación. Sin embargo, esta constante implicación en su trabajo tenía un costo. Las críticas constructivas y los obstáculos cotidianos la afectaban profundamente. Cuando llegó el momento de abordar recortes presupuestarios, la aparente indiferencia del decano la hizo sentir un rechazo personal.
Este escenario, que podría resultar familiar para muchos, refleja cómo pasamos aproximadamente un tercio de nuestras vidas en el trabajo, lo que lo convierte en un componente significativo de nuestra identidad. Harvard Business Review sugiere que, aunque es común relacionar el valor personal con el desempeño laboral, es posible liberarse de este patrón.
"Cómo no reaccionar de manera personal en el trabajo"
El artículo invita a considerar la forma en que reaccionamos cuando tomamos algo en el trabajo de manera personal. Cuando esto sucede, nuestro cerebro percibe una amenaza, activando respuestas emocionales. Para afrontar esto, se sugiere "subirse a la ola" emocional, observar y separar esas emociones de la propia identidad. Este enfoque permite tomar decisiones más constructivas.
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Asimismo, aconseja detenerse y reflexionar antes de sumergirse en una espiral negativa, preguntándose qué se está diciendo a uno mismo con las reacciones emocionales. Desafiarse a considerar diversas explicaciones para el comportamiento de los demás ayuda a mantener una perspectiva objetiva y evitar conclusiones precipitadas sobre las propias capacidades.
Aumente la inmunidad a sus miedos
El artículo plantea la idea de aumentar la inmunidad gradualmente, enfrentando situaciones incómodas en pequeñas dosis. Al elegir las situaciones uno mismo, se adquiere un mayor sentido de confianza y se cambia la percepción de uno mismo como frágil. Esto ayuda a remodelar la identidad y promueve el crecimiento personal.
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Encuentre significado en el fracaso
En lugar de ver los fracasos como reflejos de la propia ineptitud, el Harvard Business Review sugiere buscar sentido en estos desafíos. Esto incluye plantear preguntas constructivas sobre cómo abordar la situación y aprender de ella, permitiendo un crecimiento personal y profesional.
Encuentre humor o empatía en el mal comportamiento de los demás
Harvard Business Review señala que, en la mayoría de los casos, el mal comportamiento de los demás no es un reflejo de nuestras acciones, sino de su propia inmadurez emocional. En lugar de personalizar estos comportamientos, se recomienda emplear trucos mentales que ayuden a cambiar la perspectiva y ver la situación con empatía.
El artículo concluye que tomarse el trabajo de manera personal no es señal de debilidad, sino una manifestación de pasión y compromiso. Al abordar el trabajo de manera más objetiva, se puede alcanzar una mayor claridad, equilibrio y eficacia en la vida laboral.
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