Una salsa salada puede afectar negativamente la experiencia culinaria, pero no se preocupe, tenemos las soluciones perfectas para solucionar este inconveniente y devolverle el sabor adecuado a su comida.
Solución con productos lácteos
La leche y otros lácteos son sus aliados para reducir la salinidad de una salsa. Agregue 2 cucharaditas de leche, crema espesa o mitad y mitad a su salsa para suavizar el sabor salado. El yogur natural y la crema agria también son opciones efectivas. Añada estos ingredientes de a poco, probando y ajustando según sea necesario.
Diluir con caldo y espesar
Para aquellos que aprecian las sobras, diluir la salsa salada con agua o caldo sin sal es una solución práctica. Comience con 1/4 de taza y ajuste según el gusto. Para contrarrestar la dilución, incorpore un espesante como harina o maicena, añadiendo 1/4 de taza a la vez hasta obtener la consistencia deseada.
Aumentar el roux para un toque espeso
El roux, una mezcla de mantequilla y harina, no solo agrega espesor sino que también reduce la salinidad. Combine partes iguales de mantequilla y harina en una cacerola, caliéntelas hasta que se doren y agréguelo a la salsa. Ajuste la cantidad según su preferencia.
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Magia con puré de frijoles
Neutralice la salinidad y espese la salsa incorporando puré de frijoles blancos o garbanzos. Triture 1 taza de frijoles con agua y añada la mezcla a la salsa de a poco, ajustando según sea necesario.
Estrategias para la presentación final
Si bien estas soluciones mejoran la salsa, también considere ajustar el sazón de los acompañamientos, como pavo o puré de papas, para equilibrar los sabores en el plato.
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Juegos de sabores: dulce y acido
El vino blanco francés, Vouvray o un Riesling semi-seco actúan como agentes equilibrantes. Además, incorporar un toque de limón o vinagre puede devolver el sabor agradable a la salsa. No olvide probar y ajustar gradualmente para no alterar otros sabores.
Toque de dulzura
La dulzura puede contrarrestar la salinidad. Añada una pequeña cantidad de azúcar o miel a la salsa, revuelva y ajuste según su gusto.
Evitar mitos ineficaces
Contrario a la creencia popular, agregar papas a una salsa salada no resuelve el problema. Experimentos controlados demuestran que las papas absorben agua pero no eliminan el sabor salado.