En busca de una vida saludable y prolongada, cada vez más personas se esfuerzan por cuidar su cuerpo a medida que envejecen, con el objetivo de convertirse en adultos mayores independientes y con la menor incidencia posible de condiciones y enfermedades.
Recientes investigaciones han arrojado luz sobre el papel fundamental que desempeña el cerebro en este proceso. El doctor y corresponsal médico jefe de CNN, Sanjay Gupta, abordó este tema en su programa "Chasing Life" (Persiguiendo la Vida), al entrevistar a la destacada neuróloga, la doctora Victoria Garfiel, quien desveló el secreto para mantener el cerebro joven y activo, lo que podría llevar a una vida más longeva.
Secretos para tener un cerebro joven y activo
La clave, según la doctora Garfiel, es tan sencilla como tomar una siesta. Esta afirmación se basa en múltiples estudios estadounidenses que analizaron los beneficios cognitivos de descansar durante el día. Los resultados demostraron que aquellos que incorporan siestas en su rutina presentan una notable mejora en la función cognitiva, evidenciando una mayor rapidez en el procesamiento mental y una agudización de la memoria, entre otras habilidades.
Pero quizás el hallazgo más significativo es que las siestas regulares tienen un impacto directo en el tamaño total del cerebro. Con el paso del tiempo, el cerebro tiende a encogerse y deteriorarse, un proceso asociado al envejecimiento. Sin embargo, al introducir el hábito de la siesta en nuestra rutina, se puede potenciar el tamaño del cerebro, dotándolo de una vitalidad y juventud que beneficia la longevidad.
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¿Cuántas siestas tomarse al día?
La doctora Garfiel especificó que bastan 30 minutos de siesta para cosechar estos beneficios, y resaltó que el periodo posterior al almuerzo se revela como el momento óptimo para llevar a cabo esta práctica.
"Si dispones de una hora para el almuerzo, dedicar 30 minutos o incluso 20 a descansar, seguidos de la comida y un breve periodo de recuperación, te preparará para volver a empezar", sugirió la experta, considerando especialmente a aquellos que trabajan.
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En resumen, la ciencia nos brinda una herramienta simple y efectiva para mantener nuestra mente joven y activa: una breve siesta diurna. Al integrar este hábito en nuestra rutina diaria, podemos no solo mejorar nuestras habilidades cognitivas, sino también fortalecer el órgano central de nuestra existencia, promoviendo así una vida más larga y saludable.
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