Una riña al parecer por el control de la venta de alucinógenos en la cárcel de San Gil, Santander, dejó siete presos heridos, informaron las autoridades.
"Estando los internos recibiendo la visitas de sus familias se presentó una riña entre los internos. Este motín se presentó porque presos que llegaron de Bogotá querían tomar el control del patio principal del centro carcelario. Dos de los siete heridos fueron llevados al hospital local", aseguró Hernando Mantilla, defensor de los derechos carcelarios de Santander.
El personero de San Gil, Luis José Medina, manifestó que la guardia del Inpec "utilizó gases lacrimógenos para controlar la riña".
"Las autoridades carcelarias han aumentado los controles para evitar la entrada de alucinógenos al lugar, por eso algunos presos están desesperados por la abstinencia", señaló el funcionario.
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Al principio del mes de diciembre se registró un rebrote de COVID-19 en la cárcel de San Gil luego de la visita conyugal.