El insólito caso ocurrió en el colegio José Antonio Galán del municipio de Charalá, Santander, institución que se construyó con recursos del Fondo de Financiamiento de Infraestructura Educativa y la Gobernación de Santander, y que estaba a punto de ser entregado.
Sin embargo, por una deuda de $100 millones el colegio quedó sin techos, barandas, canales, puertas y ventanas las cuales fueron desmontadas.
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El contratista encargado de la ornamentación decidió desmontar lo que ya había instalado porque no le respondieron con el pago del trabajo realizado.
“Yo contraté con la empresa GMP Ingenieros e hicimos un pacto de que se instalaba y de una vez pagaban, pero se hizo un trabajo y la empresa no responde, se perdieron ya no contestan, y me tocó proceder a desmontar, barandas, puertas y ventanas, todo lo de carpintería metálica porque hace cuatro meses instalamos y no nos pagan $100 millones”, contó Fernando Muñoz, quien fue contratado para los trabajos de ornamentación en el colegio.
Dice que, debido a esa deuda, su pequeña empresa quebró y tiene deudas con empleados y bancos.
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“Me ha tocado prestar plata hasta con el 20 % de interés para pagarle a los obreros y tengo créditos con los bancos que no he podido cubrir por esta millonaria deuda”, indicó Muñoz.
El colegio José Antonio Galán lleva cinco años en construcción y estaba a punto de ponerse al servicio de los 411 estudiantes de primaria y bachillerato y demás comunidad educativa, que esperaban con ilusión la entrega de la nueva sede que cuenta aulas amplias, restaurante escolar y comedores para jornada única.
“Me siento preocupado y desmotivado ante lo que uno puede observar que una obra a punto de entrega se desmorona, se siente impotencia porque nosotros no tenemos ninguna autorización para decirles que lo hagan; ya hablé con el interventor del Fondo de Infraestructura Educativa y nos dice que esta semana harán los trámites para terminación del contrato”, manifestó el rector del colegio, Mario Durán.
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El personero del municipio de Charalá, Fabian Flórez, quien visitó la obra junto a representantes de la Procuraduría Provincial, el director administrativo y financiero de la secretaría de Educación municipal, interventor y subcontratistas, señaló que desde hace dos meses se hace seguimiento a las irregularidades que tiene la obra con la falta de pago a contratistas.
GMP Ingenieron es la empresa que ganó la licitación por cerca de $3.000 millones, la que subcontrató los trabajos de ornamentación que aún no cancela.
El contratista aseguró que, si recibe el pago por el trabajo, instala nuevamente barandas, cubiertas, puertas y ventanas que desmontó.
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