Las ciénagas El Llanito y San Silvestre, ubicadas entre Barrancabermeja y Puerto Wilches, en Santander , enfrentan una desoladora situación con la disminución alarmante de sus niveles de agua, poniendo en riesgo tanto a los pobladores que dependen de la pesca artesanal como a los manatíes, especie en peligro de extinción.
En las últimas semanas el intenso verano que se vive en la región ha causado estragos, pero la comunidad también advierte que la operación de la hidroeléctrica Sogamoso no ha sido la mejor y por eso le exigen a la empresa Isagen que garantice los niveles mínimos de agua para evitar emergencias ambientales.
“Resulta que por los bajos niveles de Isagen, como la ciénaga está a la par del río, es más, el agua de la ciénaga El Llanito y ciénaga San Silvestre corre hacia afuera, lo que quiere decir que está un poquito más alto del nivel del río, pues escasea el agua y el alimento para los manatíes”, dijo Ceferino Garay, líder del corregimiento El Llanito y concejal electo de Barrancabermeja.
Según el concejal Garay el problema parte desde la licencia ambiental que entregó en 2009 la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, ANLA, pues allí se determinó que 80 metros cúbicos por segundo eran suficientes para garantizar la normalidad aguas abajo de la represa de Hidrosogamoso, pero no ha sido así y menos en época de verano.
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“Cuando Isagen deja 3 o 4 días solo pasando los 80 metros cúbicos por segundo, el nivel se baja demasiado el agua simplemente se absorbe, generando los daños ambientales”, explicó.
Se espera que este 13 de diciembre representantes del Ministerio de Ambiente y de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales se hagan presentes en la zona para que conozcan de primera mano la difícil situación que se vive en la región.
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Además de hablar con los dirigentes de Isagen para analizar la situación, se proyecta como solución la construcción de un dique de verano y el dragado en algunos sectores para mantener la vida acuática en la región.
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