Los casos más graves se evidencian en las extractoras Central, San Fernando, Oro Rojo y Palmeras de Puerto Wilches donde no se está realizando el debido tratamiento a las aguas residuales, ocasionando el vertimiento de líquidos contaminados al suelo y fuentes hídricas. Además se presentan casos como los de las extractoras Palma y Trabajo y Oro Rojo que siguen operando a pesar de tener vencidos sus permisos de emisiones atmosféricas.
“La principal falencia es el de verter aguas contaminadas o lodos del trabajo que se hace con la alama directamente a las fuentes hídricas sin el respectivo tratamiento. Quedaron unos compromisos para revisar expedientes y recursos de cada empresa” Así lo señaló Flor María Rangel, Directora de la CAS.
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El incumplimiento es tal que ameritaría una suspensión de las plantas por parte de la Autoridad Ambiental. Sin embargo la CAS aseguró que por ahora no aplicará esta sanción ya hay aproximadamente 20 mil personas trabajando y la comunidad vive de este trabajo.
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De otra parte la CAS citó a los representantes de las extractoras de la región por medio de Fedepalma. La importancia de esta reunión son los compromisos adquiridos para darle celeridad a los procesos de mejora y a los recursos impuestos por las extractoras.
BLU Radio Bucaramanga