La casa de la familia Duarte en el barrio Altamira de Floridablanca, Santander, es hoy una de las más visitadas del área metropolitana de Bucaramanga por su excéntrica decoración que se roba las miradas.
Por Halloween, la casa fue convertida en cementerio y permanece custodiada desde el techo por la muerte.
Cada año la familia se reúne para decorar su morada en octubre al igual que en navidad.
“Para que no se pierda esa tradición que tenemos desde siempre prácticamente o sea uno siempre tuvo niñez, nunca veía cosas así solamente era su disfraz y salir a pedir sus dulces y ya”, contó Carlos Duarte.
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Curiosos y familias enteras llegan hasta este sector para tomar una fotografía de la excéntrica decoración.
“Está muy bonito, muy creativo, bastante creativo el hombre”; “me parece como terrorífico más bien, pero cada loco con su cuento, sí o no”; “me parece excelente, muy bonito todo el mundo tomándose fotos ese es el atractivo número uno ahorita en el barrio Los Andes”, son algunas de las opiniones de quienes visitan el sector para conocer la casa.
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Sin embargo, los espantos, las calaveras y las arañas se quedan de puertas para afuera, pues al interior de este hogar se declaran fervientes católicos, devotos a la virgen, contrario a lo que piensan algunos vecinos.
“Nosotros, católicos por excelencia también devotos a la virgen de votos a nuestro señor Jesucristo nosotros no es que seamos ateos”, aseguró María Romero otra de las integrantes de la familia.
Este trabajo les demanda seis meses de planificación y su única motivación es que no se pierda la costumbre de vivir esta fecha en familia.