Con profundo dolor fue recibido en el Aeropuerto Internacional de Palonegro de Lebrija, en Santander, el cuerpo del subintendente de la Policía Nacional Ángelo Martínez Arévalo, quien fue asesinado en un atentado perpetrado por el ELN en Tibú , Norte de Santander.
“El cuerpo será velado en Piedecuesta en la Escuela Normal de ese municipio y las exequias se realizarán en el cementerio de Piedecuesta. Él estaba en permanente contacto con su esposa, tenían una relación muy fuerte, un lazo muy fuerte”, explicó Alexis Álvarez, familiar de la víctima.
En el atentado en el que perdió la vida el santandereano Ángelo Martínez murieron otro patrullero de la Policía y una mujer civil que transitaba por ese mismo lugar en una motocicleta, mientras que cinco uniformados quedaron heridos. Según las primeras hipótesis, los hechos se habrían presentado con la activación de un cilindro cargado con 50 kilos de explosivos.
“Él llevaba ya dos meses en Tibú, en la estación de relevo injustamente y siendo rechazado el proceso de traslado porque se tocaron mil puertas, se hicieron mil procesos para que fuera trasladado y no decíamos que pues lo mandaran a trabajar a la casa porque nadie pide eso, pero por lo menos cerca a su familia”, aseguró Alexis Álvarez, familiar del subintendente Martínez.
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Familiares de la víctima también rechazaron el hecho de la poca seguridad que el uniformado y sus compañeros tenían en una zona de conflicto.
“Es injusto que, a una persona tan joven, con una familia empezando apenas su vida a los 30 años, lo manden como carnada sin seguridad porque cómo es posible que haya carros no blindados en zonas rojas, cómo es posible que la mayor seguridad la tengan unos pocos y el resto normal, que sean la carnada, juegan con la vida de la gente, los policías, como si no valiera nada”, manifestó Alexis.
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