Desde hace más de un año los habitantes del barrio Nariño habían advertido a las autoridades de Bucaramanga que la pantalla anclada construida por la Gobernación de Santander y la CDMB presentaba grietas que ponían en peligro a las familias que viven en 20 casas ubicadas en la escarpa occidental de la ciudad.
Con el paso de los meses la advertencia de la comunidad se volvió realidad y la Alcaldía decretó la calamidad pública en la zona porque las viviendas comenzaron a colapsar.
"Desde el 2020 se le había informado a todas las autoridades que la construcción de pantalla anclada estaba generado graves problemas en la estructura de las casas, pero como siempre, no hicieron caso a nuestro llamado. Esto es el resultado de la irresponsabilidad de la Gobernación de Santander, CDMB y la Alcaldía", afirmó Alvaro Mantilla, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Nariño.
Luis Ernesto Ortega, coordinador de la Unidad Municipal de Gestión del Riesgo de Desastre, señaló que se realizó una reunión con diferentes entidades "para generar una serie de acciones que nos obligó a hacer la declaratoria de calamidad pública para atender a la población y desalojarla de este sitio. Hay que tener en cuenta el riesgo inminente de colapso por el talud en la parte superior”.
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La Alcaldía de Bucaramanga le ofreció a las familias afectadas un subsidio de arriendo para un periodo de 24 meses con un monto de $600.000.
"Ese subsidio es muy poco para pagar un arriendo. Por eso pasamos una solicitud a la Alcaldía de Bucaramanga para que compre las viviendas y poder abandonar la zona donde se presenta la emergencia", afirmó un afectado a BLU Radio.
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