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Daniel Acuña, el concejal de Floridablanca que demuestra que no hay barrera para los sueños

El deseo de este líder social es ayudar a la comunidad que lo vio nacer y ahora el respaldo de 1.423 votos le permitieron convertirse en concejal.

Daniel Acuña, el concejal de Floridablanca que demuestra que no hay barrera para los sueños
Foto suministrada.

En el corazón del Barrio La Cumbre de Floridablanca, una historia de valentía y determinación ha conmovido a la comunidad. Daniel Acuña, un concejal recién elegido, ha demostrado que el espíritu inquebrantable puede superar cualquier obstáculo, incluso la pérdida de sus piernas debido a una enfermedad que lo aquejó hace seis meses.

Con un total de 1,423 votos, Daniel Acuña ganó una de las curules en el Concejo Municipal, un logro que ha suscitado admiración en toda la comunidad. Su historia es un testimonio vivo de la lucha por el cambio social y la dedicación a su comunidad.

La influencia de Daniel va más allá de la política convencional. Su compromiso con la transformación social se basa en el legado de su padre, Héctor Acuña, un líder social que luchó por el cambio en un contexto político difícil. La trágica pérdida de su padre cuando aún era muy joven fortaleció la determinación de Daniel de seguir sus pasos y marcar la diferencia.

A pesar de enfrentar una enfermedad devastadora que le arrebató sus piernas y algunos dedos de sus manos, Daniel no se ha dejado vencer por la adversidad y no desfalleció en su deseo por llegar al concejo. Su resiliencia se ha convertido en un faro de esperanza para quienes lo rodean, demostrando que la voluntad inquebrantable puede superar cualquier obstáculo.

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El padre de Daniel murió a los 40 años y en esas cosas inexplicables de la vida, a la misma edad una enfermedad apareció en su vida y por poco lo lleva a la muerte. Sin embargo, su determinación y deseo de servir a su comunidad lo impulsaron a postularse como concejal.

A pesar de las dificultades, Daniel sueña con volver a caminar para entrar pisando fuerte al Concejo de Floridablanca, pero si las prótesis no llegan a tiempo, seguirá movilizándose en su silla de ruedas eléctrica porque para él no hay excusas de nada.

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La historia de Daniel Acuña es un recordatorio poderoso de que, incluso en medio de la adversidad más desafiante, la esperanza y el compromiso con la labor social pueden abrir caminos hacia un futuro mejor. Su elección como concejal es un testimonio de su dedicación y la confianza de la comunidad en su capacidad para liderar y servir.

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