Un año después de haber prendido motores desde el departamento de Santander, la ‘RanaChiva’, una típica chiva turística transformada en aula ambulante para promover la conservación de especies amenazadas, completa 7.000 kilómetros de recorrido por el país.
Este curioso vehículo, decorado con el tricolor colombiano, figuras de la fauna y flora nacional e ilustraciones de personas que representan la diversidad cultural, ha llegado a los lugares más remotos de la escarpada geografía de Santander, al visitar 50 instituciones educativas de 14 municipios para compartir un mensaje oportuno sobre la conservación de tres especies en peligro de extinción que son endémicas del oriente colombiano: la Rana de Lynch (Hyloscirtus lynchi), el ave Chango de Montaña (Macroagelaius subalaris) y el Roble Colombiano (Quercus humboldtii).
“De las 18 mil personas que han vivido la experiencia de abordar la ‘RanaChiva’, unos 7 mil menores en edad escolar han disfrutado de variadas actividades lúdicas, sensoriales y artísticas que contempla esta estrategia de educación ambiental como juegos, concursos, entrega de material educativo y talleres entorno al dibujo y reconocimiento de la biodiversidad”, informó la Fundación Proaves de Colombia en un comunicado.
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Esta aula ambiental itinerante es clave en el importante proyecto de conservación liderado por ProAves Colombia en alianza con otras organizaciones como Women for Conservation, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y The Mohamed bin Zayed Species Conservation Fund (MBZ).
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