Consternación en el municipio turístico de Pinchote, Santander, por la muerte de un campesino de 53 años en manos de su propio compañero.
El asesino, quien confesó el crimen a las autoridades, utilizó un palo para golpearlo en la cabeza a la víctima.
Según informó la Policía de Santander y sin ahondar en detalles de la pelea, esta habría comenzado por un hecho de intolerancia social.
“Dos hombres después de una fuerte discusión se golpearon con palos y uno de estos golpes habría generado el fallecimiento de uno de ellos, posteriormente el victimario al notar que su compañero de trabajo se encontraba sin vida, habría salido de esta finca con rumbo a la ciudad de Bogotá”, dice la Policía en un comunicado.
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El hombre llegó hasta Chiquinquirá, Boyacá, donde le confesó el crimen al dueño de la finca. Desde allí, se entregó a las autoridades.
El hombre intentó huir hacia Bogotá, pero se entregó a las autoridades tras confesar el crimen.
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