Cerca de cinco mil personas del norte de Bucaramanga y algunas veredas de Girón tuvieron que cambiar su diario vivir debido a la decisión de un juez que les ordenó a los municipios de Girón y Bucaramanga realizar las apropiaciones y procesos contractuales para la adecuación o reestructuración del puente peatonal llamado Las Hamacas y el puente vehicular llamado Puente Nariño.
Esa orden fue cumplida el pasado 29 de junio y en medio de disturbios, la estructura fue demolida dejando a estas comunidades sin posibilidades de movilizarse.
El día de la demolición Juan Carlos Cárdenas , alcalde de Bucaramanga, expresó que en la zona hay otro puente peatonal, pero la comunidad dice que queda muy lejos.
A través de videos la comunidad denunció el abandono en el que se encuentran por parte de las instituciones. En las imágenes se observa a los padres, quienes, con sus hijos al hombro, atraviesan el Río de Oro, poniendo en riesgo no solo la integridad sino la de sus pequeños.
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#Video Más de 1.000 familias cruzan el río de Oro en balsas tras quedar incomunicadas por la demolición de un viejo puente metálico que servía para unir varias zonas rurales de Bucaramanga y Girón. Las comunidades afectadas piden soluciones a la @AlcaldiaBGA #MañanasBlu pic.twitter.com/bti8GuYJMV
— Blu Santanderes (@BLUSantanderes) July 13, 2023
“Aquí vemos a los papitos cargando a sus hijos hacia el colegio, pasándolos en sus hombros… Acá están los niños pasando, corriendo riesgos como ustedes pueden ver”, se escucha en uno de los videos.
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En otras grabaciones se muestran las improvisadas balsas que crearon algunos habitantes de la zona para transportar a sus vecinos de una orilla a otra.
El llamado de la comunidad no sólo es por el puente, también piden más presencia de la Policía e iluminación en las vías. “Nos dicen que utilicemos el otro puente, pero eso queda muy lejos. Además, el camino que debemos tomar para llegar hasta allá parece un camino de herradura; tampoco tiene luz y la inseguridad es constante en este sector”, dijo uno de los afectados.
Otro de los habitantes de la zona expresó que las personas que no quieren arriesgar su vida cruzando el río, pues deben caminar cerca de 3 kilómetros para llegar hasta la vía principal.
Después de la demolición del ‘Puente Nariño’ la Alcaldía de Bucaramanga se comprometió a construir una nueva estructura, después se habló de poner un puente militar para mitigar la afectación, pero pasan los días y nada que se vislumbran soluciones. Ojalá la celeridad no se dé por una tragedia.
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