Al límite de su ocupación permaneció por una semana la zona de atención para pacientes con sospecha de COVID-19 en el Hospital Universitario de Santander, en las carpas ya no cabía ni un paciente más, por lo que fue necesario instalar un área de hospitalización provisional con capacidad para 12 personas.
“De manera articulada se ha trabajado con la Gobernación de Santander en esto y pues un alivio para nosotros como personal de salud contar con otros espacios ya que se espera una afluencia masiva de pacientes para las siguientes semanas”, aseguró Carlos Ibarra, subgerente de servicios médicos del Hospital Universitario de Santander.
Las carpas que han tenido alta ocupación, corresponden a los espacios habilitados en hospitales y algunas clínicas de Bucaramanga para pacientes que llegan con problemas respiratorios y demás relacionados con el COVID-19, pero quienes no han sido confirmados como portadores de la enfermedad.
Sin embargo, la ocupación de camas UCI ha ido en descenso, a la fecha el porcentaje es del 76%.
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“Hemos estado siempre por debajo del 80% e incluso hemos estado ayer estábamos en el 69% es un buen comportamiento y hoy revisé la estadística y observo que el tema pues sigue controlado y estable”, manifestó Nelson Ballesteros, secretario de Salud de Bucaramanga
Entre tanto, en 9 barrios de la ciudad la Secretaría de Salud continúa con la implementación de la estrategia PRASS con la que se ha podido diagnosticar al 20% de las 13.000 personas encuestadas.
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“Producto de esa encuesta que se le realiza a la comunidad se define si requieren o no prueba”, explicó el funcionario.
El Instituto Nacional de Salud en promedio registra entre 15 y 20 fallecimientos diarios en Santander.