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Cinco municipios de Santander rechazan proyecto eléctrico que afectaría su economía

Los campesinos que tienen pequeñas cantidades de tierra se sienten desplazados por el proyecto eléctrico porque no tienen para donde irse si su fuente de ingresos se afecta.

Habitantes de Jesús María.jpg
Habitantes de Jesús María
Fotos suministradas por habitantes del municipio de Jesús María.

Habitantes de los municipios de Jesús María, Vélez, Bolívar, Sucre y Albania, en Santander , a través de varias protestas, lograron frenar la instalación de redes eléctricas de 500.000 voltios en sus territorios, argumentando que causarían un campo electromagnético que afectaría directamente a los apicultores que trabajan cultivando abejas en esa zona de la región.

“Se pierden las abejas, se pierde la tradición apícola que tienen las veredas, pero adicionalmente también somos cultivadores de café y el principal polinizador del café es la abeja. Entonces, es un es un daño que a largo plazo va a afectar el bolsillo y la economía de estas regiones”, explicó Edwin Peña, habitante del municipio de Jesús María.

En resumen, se trata de un proyecto de una empresa que pretende pasar cuerdas de alta tensión por algunas zonas de reservas hídricas, reservas forestales y, sobre todo, de una empresa que según los habitantes de la zona se ha comportado de una forma muy extraña: “Como llegar en la noche, dar información incompleta a los campesinos y pagar en algunos lugares unas sumas supremamente bajas”, agregó Peña.

Así las cosas, los ciudadanos de estos cinco municipios acordaron con la Procuraduría y con la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, ANLA, y las autoridades locales, en una reunión que se hizo en la que también participó la empresa de energía, la realización de varias mesas de concertación para determinar el trazado por donde deberían ir las líneas eléctricas sin afectar a la economía de los campesinos y el medio ambiente del sur de Santander, sin embargo, por el momento el proyecto fue frenado ante el rechazo de los campesinos.

“Yo pienso que dentro de un mes haríamos la primera reunión y empezaríamos con una serie de mesas de trabajo para buscar un acercamiento y sobre todo para escuchar a las víctimas, porque es muy conmovedor escuchar a los campesinos, a señoras que pasaban a llorar al contarnos que tienen media hectárea y que el proyecto pasa por ahí, entonces ellas no tienen para dónde coger, que se sienten prácticamente desplazados por el proyecto”, enfatizó Peña.

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