La comunidad del municipio santandereano de El Peñón se encuentra en una situación crítica, pues cientos de estudiantes no pueden asistir a sus clases debido al derrumbe del puente peatonal que utilizaban para llegar a sus instituciones educativas.
Este problema se suma a la serie de desafíos que ha enfrentado El Peñón en las últimas semanas, después de que un fuerte vendaval destruyera el puente que conectaba la zona rural con el casco urbano, dejando a aproximadamente 2.500 personas incomunicadas. Además, 17 viviendas del corregimiento Río Blanco resultaron destechadas, y las ayudas gubernamentales aún no han llegado a varias veredas afectadas por la emergencia.
El rector de la Institución Educativa Río Blanco, Deiber Barbosa, lamentó la demolición del puente peatonal, que era esencial para que los niños y jóvenes pudieran acceder a las diferentes sedes educativas. Según el rector, la estructura metálica fue derribada para utilizarla en la construcción de un puente vehicular.
Barbosa hizo un llamado urgente a la Secretaría de Educación de Santander y al Ministerio de Educación para que intervengan en la zona y respalden las estrategias comunitarias destinadas a garantizar la educación de estos jóvenes. También instó a acelerar la construcción del nuevo puente sobre el río Horta y obtener recursos para edificar aulas adecuadas.
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El alcalde del municipio, Francisco Cruz, reconoció que se requieren al menos $600 millones para reconstruir los puentes y restablecer la conectividad esencial para los habitantes, la mayoría de los cuales son agricultores que dependen de la comercialización de sus productos. La comunidad espera con ansias la acción rápida de las autoridades para resolver esta difícil situación y permitir que los estudiantes regresen a sus clases.
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