Durante tres años el Gaula del Ejército les siguió la pista a los dos hombres que, desde Florencia, Caquetá, extorsionaban a familias en Santander.
Los hombres, según la investigación, hacían parte de un grupo de delincuencia común denominada Los Ingenieros, quienes seleccionaban a sus víctimas en el área metropolitana de Bucaramanga y a través de un falso servicio se hacían pasar como ingenieros contratistas para solicitar, supuestamente, apoyos relacionados con obras como maquinaria y materiales de construcción.
“Una vez contactaban a las víctimas, las conducían telefónicamente a lugares apartados donde la señal de comunicaciones es deficiente y allí llamaban a sus familiares, exigiendo altas sumas de dinero por su supuesta liberación”, confirmó la Quinta Brigada del Ejército.
Por la denuncia de seis de las víctimas, las autoridades lograron establecer que exigían entre $1 y $10 millones, generando ingresos por $300 millones.
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Los dos capturados, quienes ya habían pagado una condena en la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, deben responder por el delito de extorsión agravado.