El asesinato de Karina Blanco, de 16 años, en el municipio de Cáchira , Norte de Santander, genera reacciones de consternación y rechazo en todo el país. Según el alcalde de la población, Javier Pabón, el presunto violador y homicida de la menor, que fue linchado por la comunidad, le habría hecho seguimientos por varias semanas.
“Es algo muy lamentable. Cáchira es un territorio de paz y tranquilidad donde nunca se había presentado una situación de este tipo. El supuesto asesino no era del municipio, llegó unos meses atrás a trabajar en la zona, que venía de Venezuela”, narró Blanco.
“Él consiguió trabajo haciendo labores de jornalero a diario. Lo que se ha tratado de verificar es que estaba trabajando en los últimos días cerca de la finca donde residía la niña. Posiblemente ya le estaba haciendo seguimiento, dándose cuenta a qué horas se iba, a qué horas llegaba”, complementó.
El mandatario municipal, contó la forma en que se dio la detención del sospechoso y la forma en que estalló la ira de la comunidad, que no pudo ser contenida por los pocos uniformados que prestan sus servicios en la zona.
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“La niña al sentirse perseguida, envió una fotografía a una persona muy cercana, donde informa que la están siguiendo y que ese tipo era. Ya de ahí en adelante se pierde totalmente comunicación con la niña. La persona con la que ella se comunicó informa a las autoridades y la familia”, contó el alcalde.
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“Después por redes sociales informan, dan la foto de la niña y la presunta persona que la está agrediendo. Con esa imagen los amigos, vecinos y todos empiezan a buscar al personaje en ese sector, donde ya empiezan a evidenciar que pasó un personaje igual, con las mismas condiciones, el mismo bolso y que se dirigió a un sector rural muy cercano del corregimiento de La Vega. Allí lo ubican e identifican, la gente lo detiene y posteriormente la Policía y el Inspector lo capturan”, agregó.
El alcalde Pabón, además, reveló que el presunto violador y asesino fue linchado por un grupo de 80 a 100 personas. Las autoridades no pudieron contener la situación y la comunidad no permitió que policías ni soldados lo atendieran mientras agonizaba.
“La situación se desbordó, precisamente dadas las condiciones en que encontraron la niña. Yo hice presencia en el sitio más o menos a las 3:00 de la tarde. A la niña la encontraron la ribera del río Cáchira más o menos a la 1:30 de la tarde y cuando la sacan del río vieron el modo en que este hombre la mató: tenía cortaduras en el cuello, en el mentón. Fue un asesinato muy vil. Dada la situación, toda la gente que estaba reunida del sector, de la vereda, algunos también que la conocían de Barrio Nuevo y el Playón, estaban pendientes de encontrarla y dar claridad a la situación”, declaró Pabón.
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"La gente se desespera, se calentó y salieron en busca del asesino, donde escasamente cuatro o cinco policías no podían hacer en contra de 80 a 100 personas que llegaron a hacer la justicia por sus manos. Fue una situación que por cantidad y número abordó de manera desafortunada a la Policía y ellos no pudieron hacer nada. Ya cuando hice presencia con la compañía también del Ejército Nacional que envió también unas unidades, ya al hombre lo habían linchado. Ya estaba agonizando y aún así la gente no permitía que se le acercaran, que lo tocaran ni le prestarán algún tipo de auxilio, por la acción que hizo, que fue algo salvaje”, añadió.
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Escuche la entrevista al alcalde de Cáchira, Javier Pabón, con los detalles de la muerte de Karina Blanco y el linchamiento de su presunto asesino.