Las versiones de los habitantes de Tibú, Norte de Santander, es que los policías de la estación no atendieron los numerosos llamados que hicieron para que un niño de 12 años y otro joven de 18 no fueran golpeados ni entregados a grupos armados ilegales.
Las denuncias hacen referencia a que fueron varias las llamadas hechas a la Policía durante 20 minutos para que acudieran al local en donde la comunidad amarró a los jóvenes.
Sin embargo, el ministro del Interior, Daniel Palacios, informó que, de manera preliminar, no hubo comunicación previa de la comunidad con la Policía para alertar sobre lo que estaba pasando.
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Hay que decir que el establecimiento donde fueron detenidos los menores queda a cuatro cuadras de la estación de Policía y el lugar donde hombres armados los asesinaron quedaba a seis cuadras.
Por eso es que el alto Gobierno envío al general Óscar Moreno, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, para que investigue los hechos relacionados con el asesinato de estos dos jóvenes de nacionalidad venezolana en la región del Catatumbo.
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Ante la denuncia de la comunidad, las autoridades analizan los dispositivos móviles desde los cuales se hicieron las llamadas a las autoridades para alertar de la situación y verificar si los uniformados evadieron o no su responsabilidad.
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