Hay consternación en la iglesia católica colombiana por el asesinato del sacerdote cucuteño Manuel Ubaldo Jauregui en África.
Según la versión oficial, el religioso se encontraba en la ciudad de Luanda, capital de Angola, desde hacía seis años prestando sus servicios como misionero.
No obstante, el sacerdote tuvo un altercado luego de chocar su vehículo con una motocicleta. El conductor de ese vehículo lo apuñaló cuando descendió de su vehículo para ver los daños ocasionados.
“Estaba en trabajo pastoral y al finalizar la tarde salió a comprar hamburguesas, chocó su vehículo con una moto”, dijo el presbítero Israel Prado, vicario general diócesis de Cúcuta.
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“Cuando el padre se bajó a revisar qué había sucedido, el señor de la moto le dio siete puñaladas que fueron mortales porque el padre no alcanzó a llegar con vida al hospital”, añadió.
Según se pudo conocer, el responsable del asesinato fue capturado y permanece bajo custodia.
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La iglesia en Cúcuta lamentó el hecho que se da en una zona difícil.
Parece que hay algunas diferencias raciales todo porque el que tiene un poco más clara de piel es considerado blanco y las persona de color oscuro consideran a los extranjeros como invasores
El sacerdote cuandovisitaba Cúcuta colaboraba en la iglesia san Juan María Vianey del barrio Cuberos Niño donde se había criado.
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Sus amigos lo recuerdan como un ser generoso y pidieron justicia para que su muerte no quede en la impunidad.
“Yo lo conocí a él hace 20 años, él era parte del grupo juvenil de la iglesia san Juan María Vianey. Era muy extrovertido, líder de comunidad. Ayudaba mucho a la gente”, sostuvo Víctor Ramírez, amigo del sacerdote asesinado.
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Los misioneros de Yarumal tienen una parroquia y seminario en el que forman a jóvenes en Angola desde 1982.