Para el ambientalista e integrante del Comité para la Defensa del Agua y Santurbán, Erwing Rodríguez Salah, la decisión del Tribunal Internacional de Diferencias Relativas a Inversiones en el litigio que inicio el inversionista Eco Oro, que le dio la razón al Estado colombiano sobre la defensa de los páramos y la delimitación de estos, es un gran logro en defensa de estos ecosistemas.
“Buena noticia porque es una defensa de la soberanía, aquí no puede venir una empresa a hacer lo que quiera con el fin de satisfacer sus intereses personales”, dijo Rodríguez.
Agrega que los procesos de explotación minera ponen en juego las fuentes de producción de agua que abastecen a miles de ciudadanos.
“Aquí lo que está en juego es el agua que consumimos más de 2.5 millones de personas y que se produce en ese ecosistema del páramo de Santurbán”.
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Eco Oro inicio labores de exploración minera en el páramo de Santurbán en los años 2000, obtuvo la licencia para la explotación de oro en este ecosistema, sin embargo, tras la delimitación del páramo de Santurbán en el año 2014 y un fallo de la Corte Constitucional que prohibió la explotación de minerales en cualquier páramo del país y a su vez ordenó al Ministerio de Ambiente realizar una nueva delimitación, la Agencia Nacional de Licencias Ambientales en 2016, suspendió la licencia a Eco Oro.
Con este laudo arbitral Colombia, por el momento, no tendrá que pagar 736 millones de dólares por concepto de indemnización que reclamaban los inversionistas de Eco Oro, pero sigue el litigio porque el Tribunal encontró responsable a Colombia por no aplicar correctamente el estándar de trato justo y equitativo, de acuerdo con el tratado suscrito con Canadá.