Siguen apareciendo voces de protesta y repudio por la muerte del chigüiro que convivía con la comunidad de Ruitoque Condominio, en Piedecuesta, Santander. Por el caso, ambientalistas locales denunciarán a la Corporación para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, CDMB, ante la Procuraduría.
“Esto merece repudio total, porque es una forma de mostrar cómo está de mal, en términos de actuación sobre la fauna silvestre, la misma CDMB, la autoridad ambiental que debería ser ejemplar”. , señaló Orlando Beltrán, ambientalista de Santander, mostrando así su descontento frente a la muerte de ‘Toñito’, el chigüiro que murió luego de que funcionarios de la Corporación le dispararan dardos tranquilizantes.
Los ambientalistas locales denunciarán a los funcionarios y a la misma CDMB por su actuación frente a un animalito que no dañaba a nadie.
“La absurda forma de actuar de esos funcionarios, que da idea de su ignorancia total sobre cómo manejar un espécimen tan manso y tan noble son cosas que merecen no sólo el repudio sino acciones legales. Esas falencias denotan mediocridad de los funcionarios que allí estuvieron y dan pie para las denuncias formales que tengamos que establecer empezando por la Procuraduría”, acotó Orlando Beltrán.
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Margarita Sarmiento, administradora de Ruitoque Condominio, tampoco está de acuerdo con el accionar de las autoridades ambientales: “Consideramos que las acciones que se tomaron no fueron las adecuadas, nunca se hizo una consulta o una revisión previa sobre la situación del animal… él nunca fue maltratado ni agredió a nadie y siempre convivió con todos los residentes y visitantes del condominio”, señaló.
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El ambientalista Orlando Beltrán tiene en su cabeza muchas preguntas que no se ha podido responder. “¿A dónde lo pretendían llevar?, ¿a liberarlo a dónde o a hacer qué con él?… ¿a tenerlo en una jaula mientras tanto? Allí estaba en un lago, en un ambiente propicio y ojo, la legislación colombiana en ninguna parte establece que, en un predio tan grande, con tantos lagos que tiene, no pueda darse un hábitat apropiado para animales de fauna silvestre como es este caso”, acotó.
En un comunicado de ocho puntos la Corporación para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga trata de justificar su accionar. Curiosamente en el punto 2 expresa: “La CDMB en conjunto con el Grupo de Protección Animal y Ecológica de la Policía Nacional atiende las denuncias presentadas por los ciudadanos sobre casos de tráfico y tenencia ilegal de fauna silvestre, con el fin de rescatar, atender, valorar y reubicar a los ejemplares en su hábitat natural, tras cumplir con éxito sus procesos de recuperación y rehabilitación”.
El texto no parece consecuente. Caso de tráfico no hubo, no había tenencia ilegal porque a ‘Toñito’ nadie lo obligaba a vivir allí, y si el objetivo era ‘rescatarlo’ por qué le dispararon los dardos.
Los ambientalistas se preguntan qué pasará con las garzas, los pájaros migratorios, las iguanas y las tortugas que también viven en Ruitoque. Ojalá no vayan a ‘rescatarlas’.
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Las denuncias se elevarán ante los entes de control y serán ellos los encargados de determinar la responsabilidad de la CDMB ante este hecho.
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