Aunque aun es incierta la fecha en que podrían reiniciarse posibles diálogos de paz entre el Gobierno y el ELN, después de que este grupo armado mostrara su intención de comenzar conversaciones, monseñor Rubén Darío Jaramillo, obispo de Buenaventura , señaló que el pacifico colombiano clama urgentemente una salida a ese conflicto de grupos armados que ha venido atemorizando, por años, a la población de esta zona del país.
"Estamos dispuestos a sentarnos en la mesa para ayudar en la construcción de la paz de este país, yo creo que no podemos cerrar las puertas", dijo.
El obispo de Buenaventura considera, además, que los diálogos deben ser muy incluyentes con todos los actores del territorio.
"Debe haber una apuesta clara a las economías legales, porque no hacer una gran fortaleza pesquera en el pacifico colombiano, volver a las atuneras, no solo pesca artesanal para exportar, pero con apoyos del Gobierno", agregó.
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Agrega que una apuesta grande para la protección del medio ambiente, con una política clara de minería en esta región, también educación y oportunidades de empleo con productos propios del pacifico, ayudaría a fortalecer dichas rutas hacia la paz.
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Por su parte, monseñor Darío de Jesús Monsalve, arzobispo de Cali, expresó su voluntad de colaborar en una mediación entre esta guerrilla y el presidente electo, Gustavo Petro.
"El llamado es a que nos unamos a una corriente de esperanza, a que dejemos las diferencias que hemos tenido para desarmar el país, desarmar la sociedad, el monopolio de las armas solo lo debe tener el estado", afirmó.
Después de la elección del nuevo presidente de Colombia, la iglesia ha insistido en que para superar la violencia se deben retomar los diálogos de paz con este grupo armado, por eso, el religioso agregó que es necesario retomar los procesos que se iniciaron hace más de seis años y que produjeron el acuerdo de La Habana.
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