Han pasado más de 5 meses desde el 28 de abril, fecha en que inició una guerra contra la infraestructura del MIO en medio de las protestas del paro nacional, la cual no ha cesado.
Esta situación repetida y sistemática de ataques diarios contra los buses se esta incrustando en la cotidianidad de Cali. El pasado martes se registró uno contra un bus que cubría la ruta T42 y fue atacado por un ciclista, a la altura de la carrera 15 con calle 21, quien lanzó un objeto contundente contra la puerta rompiendo el vidrio, hecho que no dejó personas lesionadas.
Ante esto el secretario de seguridad de la capital del Valle, Carlos Soler, indicó que hay intereses de informales por destruir este sistema de transporte
"Intereses de personas que tendría que estar ya por fuera del comercio, que siguen intentando prestar servicios y que están aumentando su volumen. algunos de estos terminalitos están invadiendo las áreas del MIO, igual que algunos mototaxistas en algunos sectores como en Meléndez, donde impiden que se arregle la estación", dijo.
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El funcionario agregó que estarían contratando a habitantes de calle y grupos de inmigrantes para atacar los buses.
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Por su parte, Guillermo Ramírez, gerente de Unimetro, empresa operadora del MIO, señaló que seguirán prestando el servicio, pero le piden a las autoridades que les garanticen la seguridad.
"A pesar de que estamos sumidos en el abandono de la administración municipal, a pesar de los ataques vandálicos, nuestra razón de ser es la movilidad de los caleños y por eso seguimos contra viento y marea, trabajando para prestar un mejor servicio. Necesitamos que nos garanticen la seguridad para usuarios y colaboradores", enfatizó.
Ramírez agregó que van más de 400 buses del MIO vandalizados desde el pasado mes de abril.
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