El obispo de Buenaventura (Valle), monseñor Rubén Darío Jaramillo, aseguró que no se irá del puerto vallecaucanopese a recibir amenazas de muerte. E l alto prelado dio a conocer que grupos delincuenciales han rotado panfletos en los que amenazan con 'matar a todos los sapos'.
"Estaremos aquí con las botas pantaneras puestas para a ir a esos lugares donde no se nos permita”, sostuvo monseñor Jaramillo, quien aseguró que personas que harían parte del ELN o el Cartel del Golfo tienen injerencia en la zona donde se presentaron las amenazas.
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“Es un terreno muy disputado, allí históricamente ha habido presencia del ELN y con la llegada de grupos de autodefensas se ha complicado la situación en la zona. La gente está confinada en los barrios. La Policía me acompaña, no me preocupa tanto mi seguridad, sino la de la comunidad", agregó.
El obispo de Buenaventura contó que la información ya está en conocimiento de las autoridades y que es complejo visitar algunas zonas del puerto vallecaucano por “estar vedadas para la Pastoral”.
La semana pasada, monseñor Jaramillo, a bordo de un helicóptero, recorrió el Distrito y en la zona urbana y algunas rurales a las que logró llegar, roció agua bendita como señal de paz y buscando un cambio para una comunidad que durante años ha vivido en carne propia el conflicto el derramamiento de sangre.
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“Seguiremos adelante, aquí con la comunidad, no la vamos a abandonar. Estamos dados al servicio, con el Banco de Alimentos llevando ayudas a los desplazados, a esas 1.200 familias que han salido de Calima, apoyando a los campesinos, a los que viven a orillas de tantos ríos aquí en la zona Dorales de Bueventura y en la urbana”, declaró monseñor Jaramillo.
“Estaremos aquí con ayuda de Dios. El único que decide sobre nosotros es Dios nuestro señor y también para un cambio el único que los hace es el papa, el santo padre, cuando él queira. Él nos puede trasladar y nosotros en obediencia lo hacemos”, complementó.