Una nueva protesta social estalló en el municipio de El Charco, Nariño , en donde trabajadores de la alcaldía municipal y habitantes se declararon en paro indefinido en rechazo a la decisión de nombrar a un nuevo alcalde encargado, aseguran, distinto a los intereses de su propia comunidad.
Según dicen, si es necesario, van a encadenar la sede de la alcaldía del municipio para que el nuevo mandatario local encargado, Jesús David Ureña Moreno, no pueda ingresar
Ureña Moreno, reemplaza en ese cargo al también mandatario local en calidad de encargado José Obregón y se convierte así en el tercero que se nombra en menos de seis meses en esta localidad nariñense.
Líderes de la movilización dijeron a BLU Radio que no van a permitir que, sin consultar con las comunidades, el partido Cambio Radical, quien dio el aval al alcalde elegido por voto popular, Víctor Cándelo Reina, hoy suspendido por un juicio judicial, imponga a personas que no son de la región y que, alegan, tendría como único objetivo favorecer a un candidato a la Cámara de Representantes que es de esa colectividad política.
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Los manifestantes, con pancartas en mano, en las que claramente se puede leer que el señor Ureña no es bienvenido al municipio, aseguraron que la alcaldía será cerrada con candado y que no van a dejar que el nuevo mandatario local venga a la población porque para ellos está en peligro el plan de desarrollo trazado por la administración municipal de Cándelo Reina.
La indignación es total en el municipio en donde desde hace 23 días se cumple un paro de afrodescendientes, indígenas y campesinos de las veredas a orillas del rio Tapaje, lo cual ha interrumpido el comercio desde hace más de tres semanas, originando una grave situación de hambre entre la población urbana y rural.
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En las calles las angustia e incertidumbre de lo que pueda pasar con esta nueva protesta social es total, nadie quiere hablar y solo dicen que el gobierno los abandonó a su propia suerte y que no están de acuerdo con que personas que no son de la región puedan administrar los destinos de su comunidad.
“Uno no puede ir a la casa de un desconocido a poner orden en los cuartos, ni mucho menos llegar a dar órdenes sin que haya sido invitado”, dijo una madre de familia, quien recordó que nunca en la historia de esta, la más importante población de la subregión de Sanquianga, se había registrado un hecho como el que está ocurriendo con el confinamiento urbano y rural.
Otro líder, que prefirió no se revelara su nombre, insistió que El Charco se respeta y pidieron de la gobernación la derogación del decreto antes que suceda una tragedia en la población porque, dicen, la comunidad ya está cansada de tantas mentiras y que no van a soportar que los sigan utilizando.
Mientras tanto el gobernador de Nariño, Jhon Rojas Cabrera, emitió un comunicado aclarando la situación y manifestó que todo fue ceñido y actuando de acuerdo a la ley.
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