Mientras el patrullero Christian Muñoz Restrepo adelantaba labores de vigilancia en el sector de La Vorágine, ubicado en el corregimiento de Pance, en el sur de Cali, fue atacado con ráfagas de fusil y cayó muerto de forma forma inmediata.
La víctima tenía 30 años de edad y los últimos siete, los dedicó a servir a la institución, que hoy reconoce su labor y da cuenta que en su hoja de vida, reposan más de 25 reconocimientos.
"Fue una incursión de un grupo armado. Todas las capacidades institucionales están en acción para que no exista impunidad y para que el Estado prevalezca. Frente a esta situación de terror y de barbarie, hoy más que nunca tenemos que estar unidos", dijo el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina.
El atentado se registró mientras las autoridades se encontraban reunidas en la estación de Policía de Pance y adelantando un recorrido con los habitantes de la zona.
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"Estábamos aquí en el sector con la comunidad, caminando con ellos y verificando los proyectos que hay y escuchando los modelos de seguridad que la comunidad quiere implementar", confirmó el secretario de Seguridad, Carlos Javier Soler.
La Policía ofreció una recompensa de hasta $100 millones de pesos, por información que conduzca al paradero de los responsables de acabar con la vida del patrullero, que deja una hija de cinco años.