“No puedo hacer nada, nos quedamos sin frenos”, fueron las únicas palabras que dijo el conductor ante el reclamo de una de las pasajeras para que bajara la velocidad, grito que escucharon los 31 pasajeros del bus de Transipiales antes de chocar aparatosamente contra una montaña y dejar un saldo fatal de 20 personas fallecidas y 14 más heridas, entre ellas dos menores de edad, en la vía Panamericana.
En diálogo con Blu Radio, uno de los sobrevivientes dijo que abordó el bus pasadas las siete de la noche, en Tumaco, y que todo trascurrió normalmente hasta Pasto, en donde nuevamente se hizo un reconteo de los pasajeros a bordo y logró escuchar que eran 31 pasajeros, más los dos conductores de turno.
El sobreviviente, quien resultó herido de consideración, aseguró que tras escuchar esas palabras del conductor, todos comenzaron a gritar y él como pudo se agarró de unas barras que llevan los buses en la parte alta.
El sobreviviente dijo que el conductor, al aparecer, no quería avisar porque estaba callado luego que en Pasto se hiciera un cambio de conductores como lo ordena la norma de tránsito cuándo son viajes muy largos.
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"Habíamos recorrido mas de dos horas de viaje, el automotor no presentaba ninguna irregularidad", recuerda el sobreviviente tras advertir que varios pasajeros comenzaron a notar algo extraño, luego de que el bus hiciera dos maniobras en las que estuvieron a punto de volcarse en plena vía Panamericana.
"Fueron segundos de mucho miedo después que el conductor grito que se quedo sin frenos, la gente comenzó a gritar, lloraban mucho y como soy creyente me encomendé a Dios para que nada me pasara", manifestó el sobreviviente.
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"Sentimos un fuerte golpe, vi como algunos pasajeros que venían durmiendo fueron expulsados al vacío, no pude hacer nada, yo estaba atrapado en medio de unas sillas y al menos tres personas me cayeron encima. (...) Como pude intente romper uno de los vidrios para salir, pero no pude, porque estábamos cerca al abismo, ya que el bus quedo enredado en medio de una barrera de contención que colocan en las carreteras cuando hay muchos precipicios", expresó el sobreviviente.
"Era muy triste ver como todos gritaban y no podía ayudarlos porque una de mis piernas estaba lesionada y además la cadera me dolía mucho", insistió el sobreviviente, quien indico que casi después de 30 o 40 minutos comenzaron a llegar las ambulancias y organismos de socorro.
Además del fuerte accidente, el bus se empezó a incendiar y fue cuando él pensó :'aquí no muero calcinado'. Fue en este momento cuando empezó a gritar para pedir ayuda, gritos que fueron atendidos por un socorrista que rompió uno de los ventanales de seguridad y sacó a varias personas.
"La tragedia pudo ser peor porque gracias a varias personas apagaron las llamas o sino todo hubiéramos fallecido calcinados", indicó el pasajero que hoy se recupera en un hospital de Pasto.
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Las autoridades investigan las causas del accidente ,debido a que el automotor tenían toda la documentación al día. El bus partido de Tumaco con 22 pasajeros y en el corregimiento de Llorente, Nariño, recogió a nueve personas más, aseguró uno de los sobrevivientes.
Hasta el momento las autoridades han identificado solo 12 de los 20 cuerpos, ya que a ocho de los pasajeros no se les encontró documento alguno que permitirá establecer sus nombres.
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