Un día antes del paro armado anunciado por el ELN en la Costa Pacífica, las lanchas y los barcos de cabotaje dejaron de zarpar desde Buenaventura con alimentos, medicamentos y combustible hacia 14 municipios de la región.
Monseñor Rubén Darío Jaramillo, obispo de Buenaventura, dijo a BLU Radio que hay poblaciones confinadas porque los grupos armados no permiten el tránsito de las embarcaciones con pasajeros y víveres.
“El miedo es generalizado en esta zona del Pacífico, hay comunidades confinadas, lo que se vive es una emergencia humanitaria”, aseguró el líder de la Iglesia Católica.
Los transportadores marítimos suspendieron sus labores esta semana, según explicó el vocero del gremio Javier Torres, por la amenaza, a través de panfletos, de grupos armados como el ELN contra todo aquel incumpla la orden de paro a partir de las 6:00 de la mañana del miércoles 23 de febrero.
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Monseñor Jaramillo solicitó a esos grupos ilegales parar la barbarie y confirmó que acompañará a los habitantes de Buenaventura a una gran marcha por la vida, por las calles del puerto, el jueves de esta semana.
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