Bajo el temor y la zozobra se encuentran los habitantes del municipio de Tuluá , especialmente de la zona rural, por la presencia de hombres de las disidencias de las Farc y su incursión en las últimas horas.
En la vereda Cienegueta un grupo de personas, inclusive con fusiles, pintó grafitis en la fachadas de las viviendas, mientras que atacaron a una patrulla de la Policía, intentando asesinar a un uniformado que resultó ileso gracias al chaleco antibalas.
Igualmente, en la entrada al municipio fue incinerado un tren cañero al que le pintaron grafitis, bajaron al conductor y, además, dejaron una granada que fue desactivada por las autoridades.
"Están dando estos golpes para llamar la atención y vuelven a dispersarse. Hubo un atentado en el mes de marzo del año pasado que me ha impedido subir a la zona montañosa, han amenazado a los campesinos y a los comerciantes y por eso pedimos una alerta temprana ante la Defensoría. Influye en la tranquilidad de la ciudadanía esta presencia, a pesar de los golpes y presencia del Ejército", dijo el alcalde de Tuluá , Jhon Jairo Gómez.
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Las autoridades aseguran que son especialmente jóvenes milicianos del frente Adán Izquierdo de las disidencias de las Farc que se resguardan en la zona rural, pues hasta ahora no se ha confirmado su presencia en el casco urbano. La mayor preocupación tiene que ver especialmente con el reclutamiento de niños campesinos.
"Hay quejas en la Personería municipal y se habla de que han logrado en dos casos llevarse los niños de los campesinos. Llegan a las casas y se los llevan", agregó el alcalde.
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En los últimos meses dan cuenta que en medio de los combates con el Ejército fueron neutralizados dos de los cabecillas de este grupo, sin embargo, se estaría reorganizando.
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