Para muchos en el mundo, la Isla Gorgona es sinónimo de dolor, tristeza, llanto y torturas por culpa de una cárcel donde se llegaron a violar los derechos humanos y donde se llevaban a los presos más peligrosos de Colombia entre 1960 y 1984.
Sin embargo, la isla se ha convertido en uno de los sitios más imponentes que hay en el mundo; donde las caras de sorpresa, risas y curiosidad son el pan de cada día.
BLU Radio llegó hasta este oasis donde se celebra la vida, donde la naturaleza es la que manda y donde todos los que la visitan aprenden la lección sobre la importancia de tener buenas prácticas para vivir en unidad con la naturaleza.
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Actualmente, Gorgona es un Parque Nacional Natural que cuenta con 61.687.5 hectáreas de extensión, de las cuales el 2,40% es territorio insular y el 97,76% es un área marina.
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El área terrestre tiene 1.333 hectáreas donde la vida palpita con la fuerza del viento, el sonido de los animales salvajes y el golpeteo del océano Pacífico.
También tiene otra pequeña isla llamada Gorgonilla con una extensión de 48,99 hectáreas y que solo puede ser visitada por expertos investigadores que se deleitan como si fuera uno de los laboratorios más equipados de todo el planeta.
¿Cómo llegar?
A Gorgona se puede llegar desde cualquier lugar del mundo. Primero se toma un vuelo con destino al aeropuerto internacional Alfonso Bonilla Aragón de Palmira que sirve a la ciudad de Cali desde donde se hace trasbordo en aerolíneas que cubren todo el Pacífico, especialmente, la ciudad de Guapi.
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Cada día, a ese municipio llegan dos vuelos de diferentes empresas que en su trayecto desde la capital del Valle se demora entre 30 y 40 minutos.
Durante el recorrido se puede apreciar la imponencia de la Cordillera Occidental, las poblaciones en las cimas de las montañas y finalmente, los inmensos ríos que desembocan en el océano.
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Ya en tierra, el personal de‘Destino Pacífico’, empresa encargada de la concesión de la isla, se especializan en que las personas vivan una aventura distinta y apoyando a las economías locales.
Es por eso que cada turista, ya sea que vaya con acompañante o solo, es embarcado en un ‘tuktuk’, o motocarro, cuyo conductor cuenta una pequeña historia de la ciudad y se encarga de sacarlo del aeropuerto, hacer un recorrido por la cálida Guapi hasta llegar al muelle turístico.
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En el muelle hay decenas de personas que hacen sentir al viajero como en casa, pues la amabilidad de los pueblos del Pacífico se distingue por su sencillez y son ellos mismos que guían a los extranjeros a tomar la lancha que finalmente va a Gorgona.
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¿Cómo es el viaje en lancha?
Antes de encender motores, los turistas deben comprar bolsas plásticas para empacar su equipaje, pues las olas y la lluvia en altamar durante el trayecto podrían afectar sus elementos personales.
Los experimentados marineros van equipados con GPS y equipos de navegación en las lanchas rápidas, a cada pasajero se le exige el uso de chaleco salvavidas el cual no se puede quitar durante las dos horas y media de recorrido.
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Primero se tiene que navegar la desembocadura del majestuoso río Guapi, luego se toma el mar abierto y en pocos minutos la lancha queda rodeada por el océano.
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La llegada
Cuando el viaje parece monótono, a lo lejos se comienza a dibujar la montaña de la isla dando señales que pronto se tocará tierra firme.
No hay muelle pues la construcción podría afectar las especies marinas protegidas, sin embargo, el personal de la isla estará siempre dispuesto a ayudar a los viajeros a descender de la mejor manera de la lancha. Lo más recomendable es ir cómodos en la lancha y listos para mojarse en el mar.
Ya en terreno, se hace el ingreso por una caseta donde personal de Parques Nacionales Naturales dan recomendaciones y se cobra una pequeño costo por el ingreso a la isla.
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Luego se hace una revisión al equipaje por parte del personal de la Policía Nacional quienes no van a permitir el ingreso a la isla de armas, bebidas alcohólicas o sustancias psicoactivas.
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Dado el caso que se lleve alguno de estos elementos, las autoridades los mantendrán decomisados hasta que el viajero regrese de nuevo a continente.
Entre tanto, el personal que trabaja cuidando la isla lo llevará a ‘La Casa Payán’ donde dará recomendaciones de suma importancia prohibiendo hacer fogatas, arrojar colillas de cigarrillos, quemar basura, realizar talas y capturar animales silvestres.
Además se les mostrará las diferentes clases de especies de serpientes que se pueden encontrar en la isla y qué hacer cuando se encuentre una de ellas en el sitio.
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Antes que el turista salga de la isla para abordar nuevamente la lancha que lo lleve de regreso a Guapi, tendrá que ser sometido a una nueva revisión de equipaje para evitar que alguna especie sea sacada del parque.
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El hospedaje
Los planes turísticos son ofertados por la concesión https://destinopacifico.com/ que ofrece planes de descanso, caminatas y buceo.
La isla está dividida en varios sectores, el hospedaje queda en un punto conocido como ‘El Poblado’ donde se contará con energía eléctrica y agua potable las 24 horas del día.
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Las habitaciones son cómodas y pueden ser para parejas o para viajeros que vayan en plan de amigos o familia.
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Al estar en la mitad del océano, en la isla no hay señal de internet, pero se puede comprar un ‘pin’ en la recepción que le permitirá navegar a una buena velocidad durante cuatro horas.
La prisión
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La Isla recibe el nombre por parte de Francisco Pizarro en 1.527 debido a que sus hombres fueron mordidos por muchas serpientes.
El español comparó el sitio con uno de los monstruos femeninos de la mitología griega, una de ellas llamada Gorgona.
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No obstante, antes de esa conquista, se tienen indicios de un asentamiento precolombino del siglo XIII antes de cristo de la etnia Tumaco, pero después de la llegada de los españoles la isla pasó a ser de una familia que la utilizó para sus cultivos.
La prisión fue abierta por el gobierno colombiano en 1960 y operó durante 25 años siendo sinónimo de rudeza, pero también de crueldad.
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A la isla llevaban a los condenados más peligrosos de Colombia, la mayoría por homicidio o violaciones.
La prisión queda justo al lado del centro poblado, un juez legalizaba su ingreso y le cambiaba el nombre a la persona por un número, es decir, por ejemplo, pasaba de ser ‘Juan Pérez’ al recluso 258.
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Luego eran trasladados por un sitio conocido como ‘El pasillo de la muerte’ el cual estaba rodeado por ambos lados de cables de alta tensión. Si los tocaban podrían morir electrocutados.
Los patios eran pequeños, expertos afirman que los presos dormían en camarotes de madera sin colchones y tenían que convivir constantemente con las serpientes o padecer enfermedades tropicales.
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Los constantes abusos por parte de las autoridades y los mismos reclusos hacían que dentro de la prisión murieran varios de los internos.
La mayoría tenían que cumplir con labores dentro de la cárcel por lo que se tenían panaderos, carpinteros y hasta cocineros.
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Diariamente se utilizaban más de dos toneladas de madera que eran proporcionadas por la misma isla, por lo que se tiene un estimado que la tala indiscriminada de árboles llegó a dejarla en un 70% deforestada.
La prisión actualmente ha sido consumida por la selva desde su cierre en 1984, sin embargo, aún se pueden apreciar algunos sitios como el comedor, los lavaderos, las duchas, la enfermería, las celdas de castigo y los baños, donde no habían inodoros y tampoco privacidad.
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Los recorridos en el sitio deben ser acompañados por personal experto para obtener toda la información necesaria, mostrar los sitios más emblemáticos y para saber qué hacer si se encuentra con un animal salvaje.
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Los otros planes
Más allá de la prisión, la isla tiene actividades para todos los días y para todas las edades.
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Los más apetecidos son los recorridos ecológicos, por lo que el personal de la concesión le brindará a los visitantes botas pantaneras para poder caminar sobre la espesa selva.
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Durante las caminatas es obligatorio ir acompañado por guías o expertos en biología que van contando la historia del sitio, los procesos naturales, además muestran las diferentes especies que se pueden encontrar, entre las que hay osos perezosos, ranas venenosas, arañas y aves de todos los colores.
Se manejan tours a sitios como Playa Palmeras, donde la fuerza del viento hace que las olas golpeen con fuerza el sitio que está rodeado, principalmente, por palmeras gigantes cargadas de cocos.
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También está Playa Yundigua donde se podrá hacer careteo gracias a las cristalinas aguas que hay en ese punto del Pacífico.
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El restaurante
La isla cuenta con 70 quebradas de agua dulce las cuales son vírgenes en su totalidad, no cuentan con afectación en su recorrido y pueden ser consumidas directamente de la fuente sin que los turistas sufra algún percance.
En el centro poblado hay un personal altamente capacitado que vive trabajando en el sitio y ponen todo su amor en la sazón para atender a los turistas.
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En la también llamada ‘Isla Ciencia’, se puede degustar de exquisitos platos hechos por cocineras guapireñas y postres tradicionales de sus comunidades que dan un toque especial durante la visita.
El restaurante tiene amplia vista a la playa, por lo que puede comer observando, incluso, el salto de las ballenas jorobadas durante la temporada de apareamiento.
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Bucear en Gorgona
La isla es considerada como uno de los sitios más ricos en buceo de todo el planeta, por lo que no es raro encontrar visitantes de cualquier latitud queriendo ver especies.
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En este punto del Pacífico hay personal capacitado para acompañar los recorridos, incluso, se hacen talleres para quienes apenas se sumergirán por primera vez.
Dentro del agua se pueden apreciar todo tipo de especies protegidas, tortugas marinas, tiburones, bancos de peces, corales, anguilas, entre otros.
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Las recomendaciones
Parques Nacionales Naturales y el operador ‘Destino Pacífico’ tienen varias recomendaciones que se deben seguir para evitar inconvenientes en la isla.
*Transite siempre por los caminos y senderos establecidos en vías terrestres y acuáticas.
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*Estar bajo la compañía de un guía o intérprete local.
*Guarde la basura que genere durante su visita y sáquela cuando deje el área protegida, incluyendo los residuos biodegradables.
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*No suministre alimentos ni deje residuos en el camino para no alterar la dieta de las especies.
*Para no perturbar la tranquilidad de las especies animales, el uso de flash debe ser apagado oportunamente.
* Evite llevar elementos nocivos para la biodiversidad como aerosoles o elementos de limpieza no biodegradables.
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*La observación de aves requiere mínima perturbación, por lo cual se requiere el uso de binoculares para admirar su comportamiento y belleza. Por ninguna razón se debe asustar a las aves con ruidos para que alcen vuelo.
*El Parque Gorgona es uno de los sitios de apareamiento, crianza y alimentación de la ballena jorobada. Por esta razón está prohibida la persecución de los individuos desde las embarcaciones; solo se pueden observar en encuentros fortuitos, durante los cuales los visitantes deben seguir las recomendaciones de acuerdo a la reglamentación.
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Finalmente, personas de cualquier edad pueden visitar la isla, es ideal para planes familiares o a quienes amen la aventura. Se cuenta también con protección por parte de la Armada Nacional y asistencia médica.
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