El derribo de la estatua del conquistador Sebastián de Belalcázar en Cali , durante las primeras horas de las protestas del paro nacional , llamó la atención del país y dividió opiniones entre quienes consideran que el acto fue vandálico y otras opiniones que lo calificaron como una justa reivindicación.
“Con poner nombres y adjetivos no solucionamos el problema”, opinó en Mañanas BLU Paola Camargo, doctora en Historia.
“La pregunta es y cuando nos vamos a sentar a conversar para llegar a un punto de acuerdo, sobre qué lugar darles a estas estatuas y también reconocer el derecho que tienen los pueblos ancestrales a sus lugares sagrados y a la resignificación de esos espacios”, agregó la experta.
En concepto de Camargo, las heridas dejadas en el tiempo por las injusticias todavía no sanan y es necesario tomar acciones.
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“Hay unas heridas históricas del colonialismo que no han sanado, que gritan y que necesitan ser escuchadas”, declaró la historiadora.
“Lo que preocupa en el panorama colombiano es que no se abren esos escenarios de diálogo, se queda todo como en una descalificación de la acción de los indígenas, sin pensar qué es lo que hay detrás y de base”, agregó.
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La doctora Paola Camargo recordó que el pueblo indígena misak ha sido activo protagonista de la política colombiana e incluso participó en la redacción de la actual Constitución.
“El pueblo misak ha confiado en la democracia, participó en la Constituyente, se está lejos de decir que no creen en la ley el orden. Para ellos lo que pasó, cuando se instalaron estas estatuas y hasta el día de hoy, es una falta de respeto a su cultura, es la imposición de un símbolo y eso es lo que están reclamando”, destacó la historiadora.
Escuche a la historiadora Paola Camargo en Mañanas BLU:
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