Con panfletos y comunicados se ha anunciado un paro armado , presuntamente por parte del ELN, en todo el territorio colombiano, a partir del 23 de febrero a las 6:00 de la mañana. Esta advertencia, tiene bajo temor a las comunidades especialmente del pacífico colombiano.
Ante esto, el Gobierno Nacional, a través del ministro de Defensa, Diego Molano, anunció que esta amenaza tiene fines electorales y pese a ello, se garantiza la seguridad para los ciudadanos con acompañamiento permanente de la fuerza pública.
"La pregunta relevante es a quién quieren beneficiar. Aquí lo que se busca por parte de algunos terroristas como el ELN es generar afectaciones para influir en las elecciones", aseguró el ministro.
Desde Buenaventura, una de las regiones más afectadas por cuenta de la presencia y disputa de grupos armados, también se hizo un llamado a los transportadores fluviales para retomar sus labores, pues según Molano habrá acompañamiento de hombres de la Armada Nacional.
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"Está desplegada nuestra Fuerza Naval del Pacífico para garantizar las acciones de cabotaje y proveer a toda la costa pacífica. Si bien hay algún temor, hasta ahora hemos sido reportados por una de las empresas que no ha querido salir, hoy les decimos que tengan confianza que no vamos a permitir que los que quieren generar temor, cumplan con sus propósitos", dijo Molano.
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Sin embargo, los transportadores aseguran sentir temor por lo que pueda suceder, pues este tipo de advertencias y situaciones de peligro las han tenido que vivir años atrás.
"Es todo el gremio que ha parado, es decir, más de 120 embarcaciones en Buenaventura y 160 pequeñas, que desde que supimos del panfleto paramos porque no vamos a arriesgar ni la vida de nosotros, la carga y menos la infraestructura, cuando jamás ni el Gobierno ni ninguna entidad del Estado nos responde absolutamente por ninguna cosa que se nos pierda", manifestó Javier Torres, presidente de la Asociación de Transportadores Marítimo y Fluvial del Pacífico.
"Todo el mundo sabe lo que pasa cuando se solicita el acompañamiento, ya que no es permanente, porque la fuerza pública no tiene la capacidad de proteger nuestras embarcaciones en altamar", agregó Torres.
El cese de el transporte fluvial hacia varios municipios de los departamentos de Nariño, Cauca y Chocó, tiene a más de 500.000 personas a la deriva pues no han podido llevar grandes cargas de alimentos, medicamentos y combustible. Esperan poder retomar sus actividades a partir del próximo sábado.
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