A los 95 años de edad, Joseph Ratzinger, nombre secular del papa Benedicto XVI, falleció en el Vaticano tras presentar complicaciones de salud.
El segundo pontífice en la historia en renunciar a su cargo llevaba viviendo en un monasterio católico desde el año 2013 cuando dejó su puesto como obispo de Roma, y dio lugar al ascenso de Francisco I como monarca de la Iglesia Católica.
Desde la Arquidiócesis de Cali, monseñor Luis Fernando Rodríguez, resaltó la importancia y el legado de Ratzinger no solo como papa, sino también como un servidor de la iglesia durante 71 años ininterrumpidos hasta el día de su muerte.
El arzobispo se refirió de Benedicto XVI como uno de los teólogos modernos más reconocidos permitió consolidar el Concilio Vaticano II publicado en 1965 ya que desde su rol como consultor, ayudó al aquel entonces papa Pablo VI a iniciar una de las reformas más importantes de la iglesia en el siglo XX.
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"Su vida siempre estuvo ligada a la reforma del catolicismo. En su formación como teólogo logró romper la brecha que mantenía alejada a la iglesia del pueblo con el concilio. Infortunadamente su relativo poco tiempo como pontífice no le permitió ver los resultados del Concilio Vaticano II", señaló monseñor Rodríguez.
Por eso ahora desde la Arquidiócesis de Cali como un sentido homenaje a la vida y obra de Benedicto XVI, el lunes 2 de enero, se harán misas solemnes en todas las parroquias de la ciudad.
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"Con su partida, estamos viendo que finalmente pudo mirar los ojos del Señor. Con él se va, quizás, el papa teólogo, o como algunos lo llamaban, el doctor de la teología moderna", finalizó.
Esta fecha especial fue elegida el 2 de enero ya que en Cali es tradicional celebrar las festividades del Señor de la Divina Misericordia.
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